💛 Capítulo 2💛

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Llego corriendo a casa. Cierro la puerta principal de un portazo y subo corriendo directo a mi habitación

—¡Annabel, cariño! ¿Eres tú?—escucho preguntar a mamá desde la cocina.

La ignoro completamente. Al llegar a mi cuarto me dejo caer de espaldas sobre la cama luego de tirar el bolso a un lado. No pasaron ni dos minutos cuando mi madre entró con un delantal lleno de harina y unos guantes para hornear.

—¿Estás bien ,cariño?

Pregunta a la vez que se va acercando. Cambio de posición: me coloco boca abajo con ambas manos bajo el mentón ocultando mi rostro de ella.

—Cariño, ¿Estás llorando?

Pongo los ojos en blanco porque sé que no puede verme.

—No.

—A ver, mírame.—dejo escapar un suspiro. No quiero estar con nadie. Necesito un tiempo sola—Annabel Russo, mírame.

Presiona con una mano mi hombro haciéndome girar para comprobar con sus propios ojos que efectivamente,no estaba llorando.

—¿Quieres llorar? ¿Estás triste por lo de tu padre? —pregunta tomando asiento junto a mí.

—No quiero llorar. Tan solo...—hago una pausa.— ¿Lo de mi padre?— repito. —¿Entonces si es cierto?

—Ay,cariño me asustaste. Pensé que era algo más grave.—rueda los ojos.— Si,en parte es verdad. Pero no te preocupes que todo está resuelto.

Suelto un bufido interrumpiéndola. Me siento con las  piernas cruzadas mirándola con mala cara.

—¿Más grave? ¿No has visto las noticias? ¿Te parece poco que cada vez que entres a internet veas difamaciones sobre tu familia en primera plana? ¡Dicen que estamos involucrados con la mafia!

—Sabíamos que esto iba a pasar. Ayer tu padre me lo dijo. Todavía no hemos pasado la peor parte. Ya hoy tuve que despedir al servicio. ¡Mírame! Hace años no cocino. ¿Crees que esto no es duro para mí?

Bajo la mirada avergonzada; un nudo formándose en mi garganta. Mi madre me toma del mentón obligándome a mirarla a los ojos.

—Tu padre puede enfermar de tanto estrés.—al ver la angustia en su mirada no pude contener unas lágrimas rebeldes que escaparon de mis ojos,siendo atrapadas por el pulgar de mi madre—No llores cariño. Todo tiene solución. Tú tienes la solución.

Me quedo mirándola con extrañeza. ¿Yo tengo la solución?

Mamá se pone de pie y comienza a dar vueltas por la habitación dejando escapar bocanadas aire.

Es un gesto que hace para calmarse y no romper a llorar.

—Verás,hace unos días tu padre recibió la noticia de que su última inversión se fue a la mierda.— Genial,palabras vulgares. Cuando mi madre se expresa así necesita realmente mi atención.— No pensó que sería tan grave hasta que revisó las cuentas de banco y se dió cuenta que encima le habían robado dinero. ¿Cómo pasó? Ni él mismo lo sabe. Inmediatamente comenzó a llamar a contactos pidiendo apoyo pero nadie quiso entrometerse. Excepto el señor D'Angelo.—se queda en silencio y me observa esperando una reacción. Al no obtener respuesta continúa.— Nuestro querido, Fabrizio D'Angelo,le ofreció un pacto a tu padre. Su hijo siempre estuvo enamorado de ti. Si te portas bien con él su padre se portará bien con nosotros. ¿Entiendes?

Sin entender todavía muy bien asiento débilmente con la cabeza. Mamá suspira aliviada.

—Muy bien,cariño. Verás que en unos meses nos reiremos de esto sentados en un sillón con vista a Tropea. Deja que pruebes la pizza de pepperoni que estoy haciendo.— junta el índice y el pulgar para llevarlos a la boca y besarlos en señal de perfección.—Un lavoro d'arte.

Annabel Russo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora