Wedding Planner [ADAPTACIÓN] ~ KookMin

#02

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Los días pasaron rápido y la cita con Somin llegó, para la prueba del pastel. Ya era algo rutinario para él y en la pastelería, ya conocía el procedimiento. Así que, la esperaba mientras tomaba un café. Vio a la chica entrar y se alegró de verla al fin acompañada, con quien pensó, sería el novio. Sin embargo, su sonrisa se transformó en un extraño revoltijo en el estómago, al darse cuenta que era su hermano.

¿Qué hace él aquí? ¿No le bastó con todo lo que me molestó en la prueba de trajes, que ahora me quiere molestar acá?, pensó.

Respiró un par de veces para calmarse y hacerse a la idea que sería una tarde larga, poniéndose de pie para saludar.

—Hola, ¿cómo estás? Vine con mi hermano esta vez, mi prometido no puede abandonar el proyecto que tiene y se le hizo imposible venir, aunque él quería —Jungkook sólo rodó los ojos, cosa que no pasó desapercibida para Jimin, a quien ya se le hacía extraño que, de las tres reuniones que habían tenido, el misterioso prometido no apareciera por ninguna parte. ¿Qué estaría pasando? No quería ser pesimista ni aguafiestas, pero eso no le daba una buena señal. Decidió ignorarlo y saludar cordialmente, como siempre lo hacía. Profesional, ante todo.

—Está bien, aún faltan muchas cosas todavía. Tomen asiento, por favor —indicó a ambos las sillas dispuestas en la mesa.

Somin pasó y se sentó. Jungkook, quien se detuvo al lado del mayor, le susurró al oído.

—Te extrañé, te ves muy hermoso, y tienes un culo increíble, ¿te lo habían dicho? —habló descaradamente, sentándose luego.

El mayor no pudo evitar el sonrojo en su cara y el extraño hormigueo en su estómago, ante las palabras de aquel adolescente. ¿Qué le pasaba? No tenía quince años, como para que le afectaran las palabras del chico. Comenzó a pensar que, mucho tiempo solo, estaban pasándole la cuenta. Trató de ignorar el sonrojo de su cara y se sentó en el lugar disponible, quedando con los hermanos frente a él.

Los pasteles llegaron, en total, diez; diferentes sabores de bizcocho y rellenos. El matrimonio contaría de cincuenta personas solamente, algo sencillo, por lo tanto, sólo sería una pequeña torta de tres pisos y, por ende, tres sabores a elegir. Jimin esperaba que fuera rápido y no estuviera mucho tiempo en ello.

—Bien, empecemos, que no he almorzado —rio Jungkook. Los hermanos tomaron los tenedores y comenzaron a degustar los pasteles. —¿Tú no probarás? —preguntó al mayor, al ver que sólo observaba.

—No, ya conozco los sabores de cada uno, trabajo con esta misma pastelería desde hace un año, además, a quien tiene que gustarle es a ustedes —sonrió de vuelta.

—Okey, entonces ya que el señor planificador lo sabe todo, podría recomendarnos los mejores o las más solicitadas... ya he probado tres y creo que terminaré con diabetes —guiñó.