02. Valeria Marquet; la mujer que no cumplió

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—Buenos días, Sony —dijo con mucha burla el hombre.

La castaña se había roto emocionalmente, el día anterior, y no pudo contener el llanto. Aquella historia había sido el primer homicidio que el hombre había hecho, los cuerpos sí se encontraron, pero ya habían pasado más de veintisiete años.

—Buenos días —dijo lo más fría que pudo.

— ¿Estas listas para la siguiente historia? —preguntó con emoción.

Ron se regocijaba en el dolor que sus palabras le causaban a la contraria. La noche anterior había dormido como un bebé, dado que recordaba como las lágrimas corrían por las mejillas de la chica mientras escribía.

Sonia asintió sin decir nada, no tenía ganas de hablar. Se sentía pequeña, débil y frágil; como si fuera una muñeca, pues el valor que había recolectado el día anterior se había esfumado por completo.

 Se sentía pequeña, débil y frágil; como si fuera una muñeca, pues el valor que había recolectado el día anterior se había esfumado por completo

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Klasteri; Elizart. 1996

Luego de que los padres dejaran "abandonado" al pequeño, las autoridades tomaron el asunto en sus manos y Ron fue llevado a un orfanato.

Ahí, luego casi de dos años de tranquilidad, llegó una mujer llamada Valeria Marquet, con su cabello negro, largo y lacio, sus ojos marrones claro y su sonrisa sincera; había llegado con la intención de salir con un pequeño al cual cuidar y amar, puesto que ella no podía tener uno propio.

La mujer de veinticinco golpeó la alta puerta principal y de ella salió una mujer con el pelo color negro, con algunas mechas en color blanco. La atención le fascinó, las monjas que trabajan en el orfanato eran personas sumamente amables, los niños eran educados y correctos ante sus ojos.

Valeria, quien pido ser llamada por su nombre y no apellido, ya había realizado los trámites, y la madre superior le había comentado sobre un pequeño llegado hacía, casi, dos años atrás; del cual estaba segura de que iba a adorar, hasta el punto de querer adoptarlo.

Ese día, ese lunes trece de mayo de mil novecientos noventa y seis, el pequeño Ron fue presentado ante la chica de ojos marrones. El pequeño de iris gris, con toques azules, quedó fascinado con la mujer, esta era amable, amorosa, llena de vida y carisma.

Ambos congeniaron de maravilla, luego de una corta presentación entre sí, la mujer aceptó y decidió que a ese niño criaría como suyo. Aaron, pese a su edad, no mal visto tenía el tener otra mujer a la cual llamar mamá, guardo las cosas que tenía en su valija y emprendió el camino a la casona² junto a la muchacha.

Una semana le había dado la madre superiora a Valeria; para que esta evalúe el comportamiento del joven de casi diez años.

El lapso transcurrido sin ningún problema y la adopción se realizó con éxito. Ella estuvo contenta, el pequeño era un verdadero amor, dado que siempre le estaba ayudando con los quehaceres de la casa, además de ser inteligente y cariñoso.

Relatos de un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora