Lujuria accidental. NamJin

01

Jin era un adolecente de apenas dieciocho años cuando descubrió que amaba el sexo.

Sin embargo con todos los alfas con los que había estado realmente eran unos completos idiotas.

En el amor le iba muy, muy mal, a pesar de ser un dulce omega, ningún alfa parecía tomarlo enserio, solo era sexo y lo dejaban.

Y si a él le gustaba el sexo y el dinero, no había mejor forma de hacerse rico que viviendo a costa de su cuerpo.

No podía pasar su vida esperando a un predestinado que tal vez no encontraría.

Así que solo decidió disfrutar del sexo.

Fue hasta que cumplió veintiuno que se marcho de Corea del sur para ir en busca de su sueño.

Ser un acompañante nocturno.

Claro podía vivir de su cuerpo...

Decir que solía hacerlo con cualquiera seria mentira.

A pesar de ser un hombre de la vida galante, solo solía acostarse con algunos alfas cuando su celo llegaba, ya que la prostitución era su segunda profesión, y su principal ingreso era de su trabajo como bailarín nocturno, como entretenimiento para alfas.

Si al final del día algún alfa llamaba su atención, iba por él.

Entre el dinero que ganaba en el bar y su otro ingreso extra.

SeokJin vivía bien.

No fue hasta que cierto alfa idiota lo marco por accidente que arruino su vida.

Su dulce e increíble vida.

Aun recuerda la primera vez que vio a aquel alfa.

Con un aroma tan fuerte que provoco un escalofrió en su cuerpo.

El alfa le regalaba sonrisas, mientras le miraba bailar siempre solía dejar varios billetes en su atuendo .

SeokJin sabia que algo no saldría bien si aceptaba ir con él a pasar la noche, sin embargo su omega se lo pedía a gritos.

"Quiero ser de ese alfa"

Cuando el celo de SeokJin se hizo presente, supo que debía ir por ese alfa, se acerco a pasos coquetos al alfa sentado al fondo del bar, mientras bebia una copa de vino.

Sin pensarlo dos veces se sentó a su lado, olfateando el fuerte aroma que desprendía el alfa.

Mientras su omega le decía.

"Es él"

Sin embargo su omega se había equivocado tantas veces que ya no lo tomaba enserio.

Jin era tan malo para elegir un alfa, como lo era para contar chistes.

O sea era un FRACASO.

Sin embargo ahí se encontraba de pie frente al alfa, mientras intentaba proponerle sus servicios como omega.

Tan pronto y como se acerco escucho un gruñido por parte del alfa.

—Si. —Contestó tan rápido, incluso antes de que SeokJin hablara.

—¿Si que? —Indago con un poco de picardía en sus palabras, mientras tocaba el hombro del alfa.

—Si requiero y quiero de tus servicios. —Respondió para después arrastrar a SeokJin hacia el hotel frente al bar.

Jin era el omega mas deseado y cotizado de noche roja.

Podía provocar a cualquier alfa que se le pusiera enfrente siempre y cuando su omega lo deseara.

Y Jin deseaba a tantos alfas, que incluso había perdido la cuenta luego del centésimo alfa.

El bar donde trabaja es conocido por ser uno de los más caros, lujosos y prestigiosos de todo Suiza.

Era bien conocido por la poca cantidad de omegas que trabajan en ese lugar.

Luego de pasar por un riguroso examen medico, y ciertas pruebas psicológicas para ver si son aptos para el trabajo.

No cualquier alfa podía darse el lujo de pagar una copa de vino en el bar, y mucho menos contratar un omega.

Un lugar muy bien posicionado en suiza, a pesar de que brindaban servicios de prostitución.

El alfa no era quien elegía a un omega.

Era el omega quien elegía al alfa.

Eran omegas V.I.P.

Y el mas grande tesoro de Noche roja, Simplemente era Kim SeokJin, el dulce y atrevido omega con olor a bombones y chocolate.

Quien había resultado ganador de ese omega aquella noche fue Kim Namjoon, que después de intentarlo por más de tres meses por fin tenia a Jin bajo su cuerpo, soltando suaves y muy excitantes gemidos.