04

6.5K 929 187
                                    

SeokJin iba de regreso hacia su casa, sin dejar de pensar en Namjoon quien lo acababa de marcar, sin darse cuenta en lo único que podía fijarse era en los omegas marcados que pasaban, o las parejas que sostenían sus manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SeokJin iba de regreso hacia su casa, sin dejar de pensar en Namjoon quien lo acababa de marcar, sin darse cuenta en lo único que podía fijarse era en los omegas marcados que pasaban, o las parejas que sostenían sus manos.

Pensando que eso no era para él.

SeokJin ya había renunciado al amor, no quería sumar una decepción amorosa más.

Pero por alguna razón estaba viendo cosas que antes no, Él no era de los que celaba a los omegas con alfas, no era de los que notaba a parejas siendo cariñosas en la calle.

Sin embargo en ese preciso momento parecía que todas las parejas en suiza se habían puesto de acuerdo para atormentarlo.

Y recordarle que el escapo acababa de escapar de su alfa.

Jin soltó un largo suspiro mientras hacia una parada a su cafetería favorita.

Tenia mucha hambre, lo supo cuando empezó a sentir dolor en su estomago, como si su omega le estuviese reclamando por comida.

Si, por comida y no por que quería obligarlo a regresar y comer con Namjoon como habían acordado.

Pero Namjoon solo seguía siendo un cliente más, no podía aceptarlo como su alfa de un día a otro.

Suspiro viendo el menú de pasteles y bebidas, mientras esperaba ser atendido.

Justo cuando su turno llegó, otro omega le atendía.

Y su pregunta no fue un ¿Que va a llevar? O ¿Que desea ordenar?

Por que todos estaban mirando su gran marca en el cuello, como si fuera lo único bueno para mirara.

—¿Que se siente? —Indagó aquel sujeto, observando con ojos muy brillantes a SeokJin.

—¿De que habla?. —Pregunto de igual forma, el beta hizo una rápida seña apuntando a la marca de Jin. —Ah eso. —Susurro, bajando la vista hacia las rebanadas de pastel.

—Debe ser increíble ser marcado por un alfa, pensar en eso me hace enloquecer, algún día también quiero experimentarlo. —Hablaba con tanto entusiasmo en sus palabras mientras mantenía su vista fija en la marca de Jin, y este pudo observar un brillo en los ojos del omega. —Deben amarse demasiado, para dar ese gran paso. —SeokJin carraspeó su garganta, intentando acallarla al omega.

—Un Americano grande. —Pidió intentando cambiar de tema.

Por que parecía que todos parecían poder opinar de su vida.

Un tonto alfa acaba de marcarlo, y ahora un estúpido omega le daba lecciones de amor.

Como si no supiera el significado de estar marcado, de un lazo con un alfa.

"Se supone que deben amarse"

Pensó, antes de volver su vista al omega quien sostenía el cafe frente a Jin, mantenido una sonrisa.

—Gracias. —Respondió, antes de pagar y marcharse.

Todo el recorrido a casa pensó en aquellas palabras del omega, "Deben amarse demasiado, para dar ese gran paso".

—Puff si apenas y se su nombre. —Murmuro, cuando visualizo el edificio donde se encontraba su departamento, a unas cuantas calles. —Y me pago por sexo. ¿Cual amor? —Bufó antes de entrar a su edificio.

Entonces le vio parado frente al ascensor.

Su increíble y atractivo vecino.

Jin peino sus cabellos hacia atrás, trato de cubrir su marca antes de acercarse. —Hola. —Saludó, en cuanto llego a su lado. —¿Como estas Jungkook? —Indagó observando el bello rostro de su vecino.

Es que DIOS, Jungkook era jodidamente caliente.

Su vecino y alfa ocasional, era el pecado de la lujuria misma en persona.

Bueno tal vez solo un poco mas que Namjoon.

En cuanto aquel pensamiento paso por su mente, volvió a sentir un rasguñó en su interior.

Al parecer su parte lobo, no opinaba igual.

Namjoon regreso a la habitación media hora después, hablando en cuanto cruzo la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Namjoon regreso a la habitación media hora después, hablando en cuanto cruzo la puerta.

—Perdón, perdón, el estúpido chico de la pizzería confundió mi orden y tuve que esperar mas tiempo de lo esperado. —Explicó adentrándose a la habitación, mientras buscaba a su omega con su mirada, fallando en el intento. —¿Corazón? —Llamo, a la vez que su alfa empezaba a desesperarse al no encontrar rastro alguno del aroma de SeokJin. —No es divertido, ¿Donde estas? —Volvió a llamar.

Namjoon se sentó al borde de la cama, soltando leves suspiros, pues cayo en cuenta que su plan de marcar a Jin y vivir felices por siempre no había funcionado pues él se había marchado.

—No quería perderte. —Murmuró dejando la caja de pizza a un lado.

Lujuria accidental. NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora