Caminos y vino

Introducción

- Te amo - Susurró mientras estrujaba su mano, no quería soltarla, había pasado tanto tiempo, que su contacto se sentía como fuego vivo en la piel. 

- Te amo, siento todo lo que te hice pasar, sé que ambos somos responsables, pero por favor, no sueltes mi mano nunca más - Llevó la mano del chico a su pecho, aún no sabía qué estaba por suceder pero sabía que su tiempo se acababa y no podía perderle una vez más. - Sé que no merezco tu perdón, porque fui una cobarde.- Sentía como la voz se le quebraba y poco a poco las lagrimas brotaban de sus ojos - Lo sé... pero por favor, te ruego que no me dejes, te pido que lo intentemos una vez más, porque creo que aún no es tarde para nosotros, di que sí.

El chico vaciló, una tormenta de emociones recorrían su estómago, sabía que si aceptaba a aquellos ojos cafés una vez más, sería como aceptar de nuevo mil dagas en la espalda. Se cuestionaba así mismo por haber acudido a la misteriosa cita. Al verla su corazón se estremecía y con su tacto le quemaba el alma.  

Decidió que tenía una última oportunidad para hacer las cosas bien, para no cometer los mismos errores. Fue así, que poco a poco aparto a la chica, que viéndolo a los ojos, sintió como su corazón dejaba de latir. De repente un abismo se formó entre ambos y los tragó al fondo, donde ninguno nunca más volvió a ver el sol.