Mate [Johnil]

Extra: Aventuras de un embarazo.

Cualquier error, por favor no duden en comentar. 

Johnny de pequeño creía que un embarazo no era nada del otro mundo, incluso cuando su madre le repetía que nada era como lo pensaba, seguía aferrándose a la idea que los alfas exageraban cuando hablaban de su experiencias como padres primerizos, para Johnny era vergonzoso imaginarse en el lugar de esos alfas. 

Y bueno, uh, ahora se arrepentía de su estúpido yo del pasado. 

Los primeros tres meses de embarazo de Taeil fueron los más tranquilos, para el alfa, todo surgía de maravilla pues al ser omega prácticamente recién presentado habían más cuidados pero después de los tres meses todo podía seguir con calma. 

Y bueno ese fue su error, pensar que ya no tendría nada de que preocuparse. 

—¿Taeil? Son las tres de la mañana, ¿A donde vas? —Johnny preguntó un día completamente adormilado, pues no pudo evitar despertar cuando sintió a su omega dejar la habitación lentamente, como si de un ninja se tratara. 

—O-oh... lo siento John... es que me dio un poco de hambre. —Su omega había dicho un poco avergonzado, para Johnny había sido demasiado tierno el ver tal escena y como un alfa que amaba consentir a su omega se le hizo fácil decir lo siguiente. 

—Taeil, si tenías hambre me hubieras dicho, cada que te de hambre dime y yo iré por algo para ti.

No fue tanto un error, pero si una despedida a sus siete horas de sueño. 

Porque habían antojos de por medio. 

—No podemos ignorar los antojos por que es como ignorar a haechan. —Había dicho Taeil, Haechan era el apodo que Moon le habia puesto a su pequeña bolsa de celulas.

Y bueno, Johnny siempre estaba dispuesto a ir por algo para sus bebés. 

Incluso una noche tuvo que hacer un poco de panceta de cerdo, aunque lo más común eran fideos con pasta de ajo que Taeil había comido en demasía por dos meses.

Por otra parte  se había vuelto mucho más sensible. 

Pero para ser honestos esa fase fue la que más amo Johnny. 

¿Y como no? si se había vuelto completamente cariñoso, además de siempre estar necesitado de mimos y Johnny jamás se negaría a algo como eso. 

Su parte favorita del día, era cuando se acostaban y Johnny podía acariciar su estomago mientras dejaba besitos en el hinchado vientre. 

Y cuando TaeIl tenía siete meses, era aun más agradable pues si bien su pancita era aun más grande y redonda, ¿Como Johnny iba a resistirse a no despegarse? 

Por otro lado hubo momentos un poco incómodos, y era cuando Taeil lloraba por cualquier cosa y no es exageración, hubo altas y bajas en su embarazo. 

Johnny a veces tenía que atender asuntos importantes de los cuales Byul no se podía hacer cargo, y Taeil se sentía completamente celoso por lo que terminaba llorando pidiendo que no lo dejara de amar. 

Por supuesto, nada que un poco de carne de cerno no arreglara pero Johnny aun así odiaba esos momentos donde su tierno omega lloraba, porque si por él fuera se hubiera mantenido todo el tiempo necesario con su pareja, pero simplemente habían veces donde eso era imposible. 

Pero Johnny siempre buscaba lo mejor para Taeil y afortunadamente Taeil lo comprendió. 

Por último y su etapa más corta, fue donde a su omega le entraron demasiadas ganas de ser travieso. 

—Johnny... tengo mucho calor ayúdame a quitarme la ropa. —Había dicho una noche como cualquier otra su omega, y Johnny lo había ayudado rápidamente. 

No había notado nada fuera de lo común, Taeil le había pedido que lo desnudara por completo, y bueno eran pareja, no era nada extraño para Johnny oír aquello. Pues he de recalcar que los lobos no suelen usar mucha ropa ya que su cuerpo produce calor corporal asi que naturalmente puedes ver a alfas y omegas con muy poca ropa.

Asi quw Johnny no habia detectado nada inusual.

Hasta que el travieso omega tomo la mano de su alfa y la dirigió a su trasero. 

Luego todo termino en dos hombres demasiado sudados y cansados como para querer levantarse al día siguiente, en serio, incluso Johnny si no supiera que Taeil ya iba a tener un cachorro probablemente hubieran hecho trillizos esa noche. 

Afortunadamente sabía que posiciones podían ayudar a ese travieso omega, aunque bueno, tal vez no era el único travieso. 

Johnny debía hacer algo con la ilusión de tener otro hijo, tal vez a Taeil no le moleste. 

A los nueve meses, exactamente un 6 de Junio de los años dos mil su pequeño cachorro por fin había nacido, como un lindo omega que atrapo el corazón de Seo Johnny en el momento en que abrió sus ojos. 

—Mi pequeño haechan, seré tu esclavo de por vida. —Había dicho Johnny la primera vez que cargo a su hijo, quien era apenas una bolita hinchada y rojiza. 

—Papi, ¿Tu tuviste cambios de humor cuando estaba en tu panza? —Pregunto un día el curioso Donghyuck de quince años. 

—Por supuesto que no, mi embarazo fue demasiado tranquilo. —Taeil había dicho mientras cocinaba. 

Así  que no pudo observar el rostro de Johnny, quien le habia dado una mirada que si bien detonaba diversion y reproche, aunque si bien sabía que los embaraza no siempre se vivían igual para los omega y con los alfas. 

—¿Es cierto papá? —Se dirigió hacia él esta vez. 

Johnny rió. 

—Por supuesto que si... todo fue tan tranquilo. —Johnny respondió mientras le cerraba el ojo a su hijo, quien capto el mensaje y rió con él. 

Johnny amaba a su familia.