Prometo que no tocare a Summer sin antes tener su consentimiento, eso es algo que estuve debatiendo con mi cerebro desde hace aproximadamente tres malditas horas, exactamente la misma cantidad de tiempo que la deje en mi habitación.
Espero que ya esté dormida, hoy me hizo sacar de mis casillas y yo no soy un hombre con mucha paciencia que digamos.Deje la cerveza media vacía a un lado de la pequeña televisión y fui en busca de ella. Cuando ingrese, allí estaba profundamente dormida, se que estuvo llorando, puedo notarlo y odio que llore algo adentro de mi siente culpa pero no dejaré que eso me afecte claro que no lo haré y mucho menos se lo demostrare ni a ella ni a nadie.
Me acerqué a un costado de la cama y me recosté a su lado, admiro su belleza incluso dormida es preciosa, tiene ese toque mágico que hace que me vuelva loco, todo en mi se vuelve jodidamente mal cuando veo que otro la tiene incluso un poco cerca, me molesta que la miren, la toquen hasta que hablen con ella, lo que sí puedo decir es que antes yo no era de esa forma.
Tuve novias, no diré cuantas pero las tuve, ninguna de ellas me importaba ni me importa tal como me sucede con Summer, antes lo único que me importaba es que estén a mi disposición para cuando tenía ganas de follar. No me importaba si se enamoraban de mi, incluso cuando eso sucedía yo las botaba, me importaba una mierda sus ridículos sentimientos.
Hasta que llegó ese jodido día, ese día que la vi sentada en aquel banco se veía tan indefensa, tan inocente, al instante sentí curiosidad hacía ella, entonces me acerqué sin problema alguno. Nunca olvidare ese día al principio me costó un poco pero logre hacer que ella entre en confianza, desde ese día me hizo el hombre más feliz.
Me acerque un poco más a ella y corrí algunos mechones rebeldes de su cara, de repente sin previo aviso abrió los ojos de par en par, hizo un movimiento brusco y se acurruco en el respaldo de la cama. Al instante fruncí el ceño,
-¿Que diablos te sucede Summer? Dije enfadado, no entendía el por qué de su comportamiento.
-A-aléjate.- Susurro
-No hasta que me digas que rayos te sucede.-
Ella sólo se limitaba a negar, estaba temblando y muy pálida
-Summer que rayos te sucede.- Repetí entre dientes. Mi paciencia definitivamente estaba llegando al borde. En cuanto note que no me respondería, me levante y comencé a Palmar el bolsillo de mi jeans en busca de mis cigarrillos, saque uno, lo encendí, le di dos caladas rápidas y la mire fijo estaba tratando de entender que rayos le sucede.
-Está será la última maldita vez que te pregunto, que te suce...
-Sólo fue una pesadilla.- dijo en un susurro muy poco audible.- Dejame tranquila. Continuó.
-Suspire, -Joder Summer, me habías asustado pensé que era algo más grave.
-Lo lamento.-
-Ven.- Le dije mientras le extendía la mano
-No, no puedo hacerlo, déjame sola por favor.- Suplicó mientras una lágrima resbalaba por su mejilla
- Sabes que no lo haré.- Respondí serio sin quitarle la mirada de sus preciosos ojos, me acerque sin vacilar y con el pulgar de la mano libre seque la lagrima de su mejilla, al instante ella corrió la cara. Definitivamente está abusando de mi amabilidad, me aleje nuevamente y apague el cigarro.
-Duerme, Le ordene. -mañana será un largo día.
Ella me dedico una mirada bastante fría pero yo no le di mucha importancia di media vuelta y la deje allí, no sé cuanto más soportare sus caprichos.
Narra Summer:
Desperté y me quede mirando el techo algunos segundos mientras algunos sucesos pasaban por mi mente, pero lo que más me preguntaba es como acabaría todo esto.
-Esto es tan raro de ti.- Escuche una voz varonil que me saco de mi transe
Automáticamente dirigí mi vista hacia la entrada de la habitación, allí estaba sentado sobre un gran sofá negro penetrándome con la mirada.
-¿Qué haces aquí? Pregunte de mala gana
-Buenos días para ti también.- Respondió indiferente
Dirigí mí vista nuevamente hacia el techo esperando a que siga hablando pero no lo hizo, así que obte por romper el silencio
-Necesito Ducharme, y si, también necesito ropa.-
-Sobre la cama deje todo lo necesario así que levántate, tienes... Dijo mientras miraba su reloj de mano -Exactamente cinco minutos.
Me senté de golpe -¿Cinco minutos? ¿Es en serio?
-Si quieres que te alcance el tiempo será mejor que levantes tu trasero y te muevas.-
Puse los ojos en blanco y me levante de mala gana, tome la ropa que estaba en el otro extremo y camine hacia la puerta de salida, pero antes de que apoye mi mano sobre la perilla el coloco su mano prohibiéndome el paso.
-¿Ahora qué diablos quieres? Pregunte enfadada
-Primero, que no me hables así, sabes que estoy siendo muy considerado contigo.-
Odio que use ese tono de voz con migo, me hace sentir como si fuera una niña pequeña en el cual se siente intimidada por que la están reprochando por algo. En cuanto termino de hablar me miro como si esperara una respuesta.
-¿Has entendido? Pregunto, yo solo me limite a asentir, odio tener que discutir, de todas formas siempre termina ganando.
-¿Donde está el Baño? Pregunte mientras mantenía la cabeza gacha no quería mirarlo, sus malditos ojos siempre encuentran la maldita forma de hacerme sentir incomoda.
-No hay muchas puertas en cual buscar.- dijo ahora divertido. Fruncí el seño, sabía que el padecía de algo muy similar a la bipolaridad.
Espere a que se haga a un lado y en cuanto salí me metí a una de las habitaciones que estaba a mi lado, en realidad era la única. Cuando estaba por cerrar la puerta, apareció un pie detrás de esta
-¿Y ahora qué? Pregunte resignada
-Tienes tres minutos dijo serio
Yo achine los ojos y lo mire mal, en verdad me está haciendo enfadar. El al instante lo noto y levanto las manos en forma de paz
-Está bien te dejo tranquila.- Dijo antes de pegar la vuelta y dejarme sola
-Idiota... Murmure
-Escuche eso... Grito a lo lejos y así logro sacarme una sonrisa. Cerré la puerta y deje la ropa sobre una mesita, me quite lo que llevaba puesto y me metí en la ducha, así estuve aproximadamente media hora, me sorprendió bastante que no venga a molestar o a saber si todo estaba bien.
En cuanto termine, tome una toalla que estaba a mi disposición y me la enrede en el cuerpo, cuando di media vuelta me lleve un susto de aquellosAllí estaba Patrick recostado sobre la puerta me recorrió con la mirada de los pies a la cabeza, y se mordió el labio inferior, de repente comenzó a acercarse. Cuando me tubo lo suficientemente cerca me tomo de la cintura y pego mi cuerpo al suyo. Mi respiración comenzó a acelerarse y mi corazón palpitaba tan rápido, que podría jurar que en cualquier momento se saldría de mi pecho.
El inhalo el aroma de mi cabello y luego apoyo su frente junto con la mía así, estuvimos algunos segundos. -Vístete.- Susurro provocándome un escalofrió en todo el cuerpo, en este momento tenía su mirada fija en mis labios, al igual que yo en los suyos.
Nos fuimos acercando de apoco hasta el punto de que nuestros labios solo quedaron a un centímetro de distancia.
Ya no me aguanto más, juro que muero por besarlo.
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Patrick en multimedia
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Ara : 3
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Posesivo
General FictionNo puedes usar esa ropa es muy corta. No hables con esos imbéciles. No sales si yo no te doy permiso. Todo era: No, no, no Mas que mi novio comenzó a parecer mi padre. D.R