Aún de pie, siguió disparando flechas sin poder darle al objetivo, y en un momento de desesperación activo su kekkai sin querer, protegiéndose de su agresor. No tardó mucho en ver como este era purificado por su maestro, que se veía algo molesto.
— jamás vas a ser una miko fuerte si siempre lo activas cuando estás en peligro — entre los árboles se asomó una figura.
— no volverá a suceder maestro — murmuró apenada de haber fracasado nuevamente, mientras desvanecía el campo.
El joven sólo soltó un suspiro de decepción, después de tantos años de estar en entrenamiento, sólo pudo crear el kekkai algo débil, que se fue fortaleciendo a medida que lo usaba, con el tiro al blanco no le fue del todo bien.
— *no puedo creer que ella sea kikyo...* — pensó con un suspiro — ve a purificarte, después sigues con el entrenamiento — demandó.
La azabache asintió la cabeza mientras recogía su arco que había soltado para activar el campo de fuerza.
Cuando la azabache se fue, una sombra apareció segundos después de que ella se fuera, para detenerse a lado del otro sujeto.
— a progresado? — pregunto.
— no — contestó soltando un suspiro — estás seguro que ella es...?
— confía en mi... si lo es — contestó interrumpiendo a su pregunta.
— confiare en ti kohaku — un grito hizo que ambos fueran a aquella dirección a toda prisa.
Cuando se fue del lugar de entrenamiento se acercó a la cascada para poder tomar un baño. Dejando aún lago sus cosas, se arrodilló cerca de la orilla del río y miró su reflejo.
— cuándo será que pueda dominar bien el arco — susurró para si misma viendo su reflejo.
Cuando estaba por entrar al río, unos ojos se habían formado dentro del agua asustando a la menor, que gritó de forma inconsciente. No paso mucho tiempo en que algo saliera del agua para atacarla, siendo asesinado por ambos que aparecieron en donde estaba la menor.
— ¿Kikyo, estas bien? — pregunto él azabache mientras miraba a la menor para que estuviese bien y no tenga ninguna herida.
— si padre… estoy bien — contestó tranquilizandose.
El otro sólo miró a la azabache, sabía que tenía que ser más severo con ella pero… hay algo que lo impide.
— regresa mañana antes de que salga el sol — y con eso se dio la vuelta y se marchó.
— sucedió algo? — pregunto viendo como la menor bajaba la mirada.
— no es nada… — contestó negando la cabeza.
A pesar de que daba todo de si, la flecha siempre desviaba de su objetivo…
¿Como podría lograrlo?
Lamento la demora, pero no me sentía bien que digamos… espero y mejore para seguir actualizando ^v^, hasta otra.
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¿destino o casualidad?
Romancesesshomaru e inuyasha no podían creer lo que sus ojos veían