Caleb

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Miércoles.

Hoy tendría que volver a clase no voy a negar que estaba asustada. Lo estaba y mucho. Pero iría, no les daría la satisfacción de quedarme escondida en casa. Iría y pasaría lo que tuviera que pasar, así de simple.

Me di una ducha rápida y busqué mi ropa, me puse esto:

Chloe vino a recogerme y por primera vez en mucho tiempo Connor me esperó para ir juntos al instituto

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Chloe vino a recogerme y por primera vez en mucho tiempo Connor me esperó para ir juntos al instituto. Con él a mí lado, nada podría salir mal o al menos eso creía.

(...)

Me dirigí a mi casillero para recoger mis libros de biología, era mi primera clase, no llevaba ni cinco minutos en el instituto cuando ¡BUM¡ Alguien me empuja violentamente y caigo al suelo junto con mis libros. Maldigo internamente y al levantar la vista me topo con la sonrisa burlona de Noah.

-Oh... disculpa marginada.- dice en un tono burlón mientras pasa por mi lado pisoteando mis libros. Resoplo frustrada.

Con todo recogido me dirijo a paso rápido a clase intentando evitar otros incidentes. Que inocente yo. Asher pasa por mi lado y descaradamente me arroja una malteado encima, mientras todos a su alrededor se ríen y él le choca los cinco con Noah.

Me dirijo al baño e intentar limpiarme, pero mi ropa sigue quedando con horribles manchas. Suspiro pesadamente y vuelvo a caminar hacia mi clase.

-Quita de en medio marginada.- es lo único que alcanzo a escuchar entes de besar el suelo por segunda vez hoy. No vi ni era pero ¿ qué importa? Me apresuro a recoger mis libros cuando vea a alguien que se agacha a mí lado a... ¿ayudarme? Nah. ira a tirarmelos a a cara o algo haci.

Al levantar la mirada mi mirada choca con los ojos azules de un chico al que no había visto nunca. Él chico me sonríe mientras me tiende los libros. Lo miro desconfiada y los arrebato de sus manos con un ágil movimiento y el levanta las manos en seña de redención.

Me dispongo a marcharme cuando el chico me toma suavemente por el codo para que me voltee a mirarlo. Frunzo el ceño.

-Disculpa no quisiera molestarte pero... ¿eres de cuarto año?- asiento.- y... ¿podrías decirme donde queda la clase de biología?- pregunta aún sonriéndome, tiene una bonita sonrisa.

-Si, casualmente me dirijo a la misma clase, sígueme.- digo girándome para empezar a caminar, pero vuelve a detenerme. Esta vez ruedo los ojos, un poco fastidiada ¿ qué le pasa a este chico?

-Antes me gustaría saber tu nombre.- me dice cortésmente.

-Mira... te voy a ser clara y directa. No te conviene hablar conmigo.- vuelvo a intentar caminar, en vano.

-¿Por que?- pregunta sin quitar esa eterna sonrisa. Ruedo los ojos.

-¿Podemos hablar de esto en otro momento? Vamos a llegar tarde a clase.- asintió. Y por fin nos dirigimos a clase. 

Cuando llegamos a clase el profesor acababa de llegar por lo que pasé discretamente y me coloqué en mi asiento. El chico misterioso se sentó a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja. Odio biología ¿por que? Por que están TODOS esos idiotas, puag.

-Comemos juntos.- no fue una pregunta. El profesor nos fulminó con la mirada por lo que no me pude replicar ni evitar reír dándole un golpe juguetón en el hombre a ese chico, ya que sabía que esa era su intención. Asher nos miró con el ceño fruncido y yo me limité a apartar la mirada con desprecio.

La clase transcurrió con normalidad entre algunas que otra risa entre aquel chico y yo. Por fin llegó la hora del receso y nos dirigimos a la cafetería pero una vez en la puerta mi cuerpo se frenó en seco.

No quería que me empujarán otra vez, no quería que me volvieran a derramar de nuevo jugo o cualquier otra cosa, no quería que me llamaran marginada y no quería aguantar las miradas de asco y susurros de aquella gente.

-Vamos enana, estoy contigo.- no sé por qué, pero me tranquilizó. Y entré junto a él. con la cabeza agachada. Me tomó de la barbilla mirándome a los ojos.- Las princesas nunca agachan la cabeza.- y me hizo sonreír como hacía tiempo que no lo hacia hasta que vi a Noah caminar hacia mi con un vaso de jugo en la mano. Ya sabía lo que iba a pasar. Cerré los ojos por el reflejo.- derrámate la malteada encima.- Dijo con voz de Alpha. Espera... ¿QUE?¿DIJO CON VOZ DE ALPHA?¿ESTABA CON UN MALDITO ALPHA?

Lo miré horrorizada y luego fijé mi mirada en Noah, estaba empapado de jugo y no puedo evitar reír junto al resto de la cafetería. Se marchó furioso. Mire aquel chico y no puedo evitar retroceder dos pasos. Al ver mi reacción pude ver dolor en su mirada. Toma mi mano delicadamente.

-No te asustes por favor, sé lo que piensas de los Alphas y tienes tus motivos para hacerlo. sólo vayamos por comida y concédeme unos minutos para hablar.- su mirada se veía triste. Asentí dirigiéndome a la fila.

Por primera vez en años pude pedir una pizza y una malteada de chocolate sin temor a que algún idiota me la derramara encima y se sentía bien, nos sentamos en las gradas para hablar con tranquilidad ya que aquí nunca había nadie.

-Bien...¿quieres que empiece yo?- asentí.- De acuerdo, mi nombre es Caleb y soy el futuro Alpha de la manada luna azul. una de las mas fuertes. Vine a este instituto por qué en el mío me tenían miedo y yo... yo no soy así.- lo escuche atentamente.- me interesé en ti por qué presencié lo que te hacían, como te trataban incluso tu Alpha y me impresionaste, me impresionó como seguías adelante sin importar nada mas, me impresiono tu fuerza y agallas.. Pero las cosas no son así, los Alphas respetan y protegen a los suyos y yo... digamos que quiero protegerte a ti, si me lo permites. No me importa si acabas siendo, Alpha, beta, delta, u omega, para mi eso no significa nada, solo quiero que me des la oportunidad de conocerte y cuidarte.- los ojos se me llenaron de lagrimas y sin poder evitarlo empezaron a correr por mis mejillas. Nadie nunca se había preocupado por mí sin contar a mis chicas y a Connor. Sin poder evitarlo salté a sus brazos. El me correspondió.

-Gracias... nunca nadie... se había preocupado... así... por mi ...mi.- dije con dificultad entre sollozos.

-Tranquila pequeña... ya nunca más estarás sola.- dijo acariciándome el cabello.




Mi loba interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora