Capítulo 25. Lo sabes, ¿no?

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"Horas después. En un lugar de la ciudad."

Raquel recorre cada pasillo hasta que da con el que buscaba.
Unos ocho estantes llenos de discos de diferentes estilos. Echa un vistazo a todos y no da con el que quiere. Juventud, pone en dos filas de ellos, tiene que estar ahí. Busca entre varios, y ve el disco de los gemelos. Sonríe irónica y lo guarda por atrás. Continúa buscando y entonces lo ve, pega unos saltitos y lo coge. Believe de Justin Bieber. Jesús no lo tiene, y sabe que le encanta. Aunque no estén juntos, nadie puede negarle que es una de las personas que mejor le conoce. Paga, y sale en busca de su madre. Esta noche es Nochebuena, y tienen ya que irse a preparar la cena.

"En ese mismo instante. En otro lugar de la ciudad."

-¡Marta, joder!-Grita, y corre hasta la puerta-¡Enserio, vamos a hablarlo!-Marta baja rápido las escaleras y le saca el dedo corazón-¡Marta, coño! ¡Que es nochebuena!
-¡Me parece que es más mala que buena!-Grita, cierra la puerta de la cocina de un portazo y las lágrimas que llevan un buen rato amenazando, comienzan a salir.
Se sienta apoyada en la pared, y hunde la cara entre las piernas. No sabe muy bien porque ha bajado a la cocina, los pies han ido solos. Quizá por si se deshidrata de tanto llorar y necesita agua. Sonríe ante este pensamiento, y un millón de lágrimas más, vuelven a inundar la cara de la chica.

Daniel abre la puerta y busca con cara de preocupación a Marta. Segundos después la ve apoyada al final de la cocina.

«Mierda, esta llorando.»

Se sienta enfrente de ella, y le levanta la cabeza delicadamente.
-Eh.., tranquila-Pasa uno de sus pulgares por la mejilla, frenando una de las lágrimas que estaba callendo-Fue una tontería.
-Que te líes con otra no me parece ninguna tontería, Daniel.
-Marta, joder. Fue una chorrada, de verdad, no significó nada.
La chica suelta un sollozo que hasta a ella misma le sorprende.
-Joder..., ven aquí-Abre los brazos, y Marta se sienta encima de él abrazándole.
El problema es que él es la solución.
-Fue hace un mes-Comienza, apartándole el pelo de la cara, y limpiándole las lágrimas que acababan de caer por su mejilla-Hacía semanas que no te veía. Fue después de un concierto, y esa noche estuve súper gilipollas, de verdad. No solo por eso, si no también con las fans, se me subió la fama a la cabeza, y hasta mi hermano me lo dijo, pero...-Se enconje de hombros, y aparta la mirada hacia el otro lado-No sé que me pasó. Se llamaba Olalla, bueno, de eso me enteré después de liarme con ella por que creo que ni si quiera me importo quien fuera-Marta jugetea con los cordones que cuelgan de el pantalón de Daniel, e intenta procesar poco a poco la información-Aquella noche no pensaba con claridad, me sentía el rey de todo y me di a mi mismo el privilegio de romperte el corazón de esa forma, después de aquello, me sentía fatal, y me he prometido a mi mismo no volverme a comportar así... Así de creído, digo. Tenia que contártelo, tenías que saber lo capullo que fui. Pero de verdad que lo siento, y te quiero, joder, Marta, te quiero. Lo sabes ¿No?
Ella continúa jugueteando con los cordones, y Daniel le levanta la barbilla obligándole a mirarle.
-¿Lo sabes?
-Sí, supongo.
-Va enserio Marta, te quiero más que a cualquier cosa. Pero si no me quieres perdonar, lo entenderé, digo yo.
-No sé-Dice levantándose-Luego hablamos.
-Vale...-Duda, y se pasa la mano por el pelo.
-Adiós.
Y sale corriendo para no volver a llorar delante de él.

Jesús se topa con su hermano y le mira extrañado.
-¿Se lo has dicho?
-Sí...
-¿Y?
-Tiene que pensar.
-Normal, esa noche fuiste un capullo.
-Ya lo sé-Se encoje de hombros.
-Creo que te afectó mucho el no ver a Marta y tener durante semanas cada día una firma o un concierto, no sé-Dice ladeando la cabeza y dirigiéndose al frigorífico.
-Ya, sería eso-Coje el móvil que había dejado encima de la encimera, y sale de la cocina.

Raquel entra corriendo y se lanza hacia el fregadero.
-¡Me deshidrato!-Grita y busca un vaso.
-Toma, toma-Le da el vaso con agua-No te mueras, cariño.
Da un largo trago y se apoya en la mesa.
-Gracias. He venido corriendo desde la tercera manzana, me seguía un perro muy... Grande-Explica encogiéndose de hombros al oír la risa de Jesús.
«Adorable risa.»
-¿Que me has comprando?-Pregunta éste, levantando una ceja.
-Secreto, pero creo que te va a gustar.
-¿Un vale para follarte una noche entera?-Pregunta, y Raquel pega un gritito.
-¡No! ¡No seas mal hablado!-Reza para que Jesús no note el calor que acaba de subir a sus mejillas.
Se encoje de hombros.
-¿Un vale para hacerte el amor-recalca las últimas palabras con una mueca-una noche entera? ¿Mejor?
-Mejor. Pero ¡No! ¡Claro que no!
-Vaya-Pone pucheros-Seria el mejor regalo de la historia.
-Imbécil.
Y abandona la cocina deseando que de verdad, Jesús alguna vez use ese vale.

1."-Cállate. +Cállame." «Sueños paralelos» ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora