Me quedé dormido de tanto pensar y mi madre a las 7:15pm subió a avisarme que la cena estaría lista a las 8 y que por favor me vistiera decente y bajará puntual. Yo sentía que debia dejarle claro a Mariana que estaba estable sin ella y que había encontrado a una mujer que me hacía sentir muy bien, sin embargo no dejaría de estar decente. Me metí a la ducha mientras escuchaba un poco de pop-rock, debía manejar el tiempo prudentemente, sabía que Mariana era una chica puntual; salí del baño y me dispuse a escoger la ropa que llevaría puesta, decidí utilizar el traje así que escogí la camisa blanca, el pantalón negro y estrenarme mis nuevos zapatos Luis Vuitton, utilice la corbata favorita de Mariana era azul claro como el mar, a mi también me gustaba mucho. No entiendo por qué quería verme bien para Mariana creo que aún seguía atada a mi corazón.
Llegó la hora, en mi reloj marcaban las 8:00pm, estaba nervioso, justo dos minutos después sonó el tiembre, mi madre creía que no sabía así que me pidió que atendiera la puerta, mi padre me guiño el ojo y yo fui de camino a abrir, me arregle el saco y pase la mano por mi cabello arreglando un poco el peinado.. Abrí la puerta, de mi boca no salió ninguna palabra, era mi primer amor junto a mi, llevaba un vestido celeste que finalizaba antes de sus rodillas, su cabello tenía rulos (se que ella sabía lo mucho que me encantaban), sus piernas estaban mucho más perfectas que siempre, estaba analizandola completamente cuando de repente pronunció con su dulce voz "Rato sin verte Will, que guapo estas".. Juro que me sonroje, le pedí su mano y le di un beso, la invite a pasar mientras le decía lo linda que estaba, mientras saludaba a mis padres tenía en mi mente a mis dos chicas favoritas. Mis padres la amaban, era esa hija que nunca tuvieron y a ella le gustaba mucho pasar tiempo con mis padres, mamá nos condujo a la mesa y nos pusimos muy juntos, sentía esto como si fuésemos novios pero lo raro era que en mi mente tenía a Isabella. Fue una agradable cena pero quería privacidad, Mariana y yo teniamos mucho de que hablar; Dije a mis padres que Mariana y yo daríamos un paseo, así que nos dirijimos a la camioneta; ella soltó la pregunta de una buena vez "Que es de tu vida amorosa?" yo sonreí mientras le abría la puerta de mi camioneta, me subí y la verdad quería cambiar el tema, ella se quedó en silencio y yo arroje mi cabeza contra el timón, le busque su mano y le dije lo mucho que me dolió dejarla irse de mi lado, ella me miró a los ojos y dijo que había pensado en mi todas y cada una de las noches que no estuve con ella, yo no podía mentirle, no era un joven mentiroso, le dije que me perdonará y que algo en mi corazón no quería que ella se marchará, vi como sus ojos se llenaban de lágrimas mientras bajaba la cabeza, fue ahí en donde me acerce a quitarlas, ella levanto su cabeza y la verdad no me contuve su boca estaba más roja que siempre y eso me encantaba a final de cuentas la bese..
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Sin buscarte.
RomanceEstá es la historia de cómo a Will Rodríguez conoce a Isabella Fernández.