72 HORAS

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Domingo 8 de Octubre , 9 p

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Domingo 8 de Octubre , 9 p.m.
En New York

Mi domingo había comenzado y continuaba genial, el vuelo había sido muy entretenido que no tuve oportunidad de dormir, mi compañera de asiento tenía un gran sentido del humor y parecía una mujer con una incontable cantidad de historias para contar, todo había ido tan bien el avión aterrizó en Nueva York sin ninguna complicación y aunque ya me encontraba al límite de mis fuerzas, ofrecerme a acompañar a mi nueva amiga no resultó molesto, la seguí hasta dónde la estaban esperando sus familiares quienes me saludaron y agradecieron el gesto, el agradecido era yo por que mi compañera me había recordado a mi propia abuela a la que tanto extrañaba, platicar con ella de ella fue tan maravilloso que cuando llegó el momento de despedirnos, no dudé en aceptar cuando me invitó a su cena de cumpleaños en unos días.

Su casa quedaba un poco a las afueras de la ciudad, pero me dijo "unas horas lejos de la ciudad que nunca duerme te vendrán bien, hijo",prometí intentar asistir y ellos se fueron.

Mi humor y cansancio estaban bien hasta que me tocó averiguar a dónde demonios se habían llevado mi equipaje algo que se convirtió en toda una odisea, fue tan molesto andar preguntando en dónde demonios podía recoger todo lo que había traído y que me proporcionaran un carrito del aeropuerto, la encargada de esto último no había dejado de tartamudear y aunque en un principio me pareció adorable después fue molesto porque le habló a otras de sus compañeras y no me dejaban ir, las preguntas dejaron de ser sobre el carrito y mis permisos, y se volvieron más a ¿Ese acento no es americano de que parte eres? ¿Cuánto tiempo vas a estar en la ciudad? ¿jiji que colonia usas? ¿Vienes por trabajo? ¿Tienes novia? Una de las chicas incluso me apretó el hombro, era todo bastante incómodo porque no quería ser grosero, pero vamos mi voz era tan cortante que dejaba en claro que ya me quería ir de ahí. Fue hasta que se dieron cuenta que mi humor era inexistente y que en la fila detrás de mí había más de ocho personas que ellas me dieron el carrito y pude ir por mis cosas.

Luego tuve que conseguir que del hotel enviaran un auto a recogerme lo que se supone era una acción sencilla me dejó muy fastidiado, sumándole que casi no había dormido estaba tan exhausto que me alegré mucho cuando rápido llego el chofer quien me dio confianza para desahogarme y mantener una conversación tranquila en la que reconoció conmigo lo horroroso que eran los aeropuertos y como hasta en los más modernos y organizados, era todo un lío recoger él equipaje.

Para cuando nos adentramos en la ciudad, ya eran pasadas las doce, más la ciudad estaba tan iluminada y concurrida que no lo parecía.
-¿Nadie sabe que ya pasan de la media noche?

-Ay amigo, a veces creo que nadie toma en cuenta eso aquí, los turistas no se quieren perder ningún detalle y la gente que es residente sigue tan enamorada de la ciudad que no la dejan tranquila. Te apuesto que ellos están sintiendo que apenas son las nueve.

King of my heart [Jaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora