King of my heart [Jaylor]

ES AZUL- Parte 2

Habían pasado tres horas desde que llegué a Londres, y una hora y media desde que había encontrado a Joe acurrucado en un sofá de hospital. Luciendo cansado, triste y muy preocupado, su cabello estaba despeinado y su postura encorvada era un indicio de lo cansado que se sentía.

Hace media hora había empezado a fluir la gente del hospital, unas cuantas enfermeras que pasaban por nuestro lado, pero nunca registraban nuestra presencia. Joe me dijo que en este pasillo solo estaba Patrick y que podría estar tranquila porque la política del hospital era muy estricta y protegía a pacientes y visitantes.
Algo que sin duda me tranquilizó un poco pero seguí alerta, por eso fui la primera en notar el cambio.
No me sorprendí tanto cuando hace aproximadamente cinco minutos el padre de Joe salió con prisa de la habitación y gritó por una enfermera.

Al verlo, a mi lado se sacudió el cuerpo entero de Joe quién inmediatamente se puso rígido de preocupación, su padre no espero que ninguno de los dos reaccionara y no estoy segura de que registrara mi presencia por que salió corriendo a la recepción.

Joe se puso de pie de un salto y me dio un pequeño apretón en las manos antes de seguir a su padre.

Yo me puse de pie y escuché como se acercaba, por la misma puerta una mujer vuelta un mar de lágrimas.

Sin pensarlo di un paso más cerca de ella y para mi sorpresa ella también se acercó a mi, tanto que cuando lo capté ya estaba envuelta en sus brazos y sintiendo su pecho subir y bajar mientras lloraba, la rodé lo mejor que pude y le pregunté que había ocurrido, ella entre hipos me respondió que:
"Mi hijo ha despertado"

-Eso es genial- Y algo en mi pecho se sintió más ligero, no conocía a estas personas pero definitivamente estaba con ellos,  yo sabía que el recibir noticias buenas también provocaba un choque de emociones fuerte.
Y un abrazo era lo suficientemente poderoso para estabilizarnos.

Ella hizo presión y me dio una palmadita con la intención de apartarse así que me hice para atrás y le ofrecí una pequeña sonrisa.

Sus ojos se abrieron de golpe y empezó a señalarme:

-Tú, tú luces...

Pero antes de que agregara algo más, una mano se posó en mi espalda y con ese toque firme envío señales a mis neuronas que hicieron puré a mis hormonas, un toque tan personal que sentí mis mejillas sonrojarse pues la mamá de Joe no lo pasó desapercibido.

-Mamá, ella es mi...-Y eso pareció cortar a Joe quien frunció el ceño y pareció echar a correr toda su maquinaria cerebral porque sus mejillas también se sonrojaron. Algo terriblemente adorable, y a la vez, le sumo incomodidad a esta presentación. Así que tomé una pequeña respiración y hablé por los dos:

-Mi nombre es Taylor, yo estaba con Joe cuando recibió su llamada y no quise ser entrometida viniendo hasta aquí, pero no podía dejarlo solo...