Borja es un chico español y gracias a un intercambio de la universidad a San Francisco, podrá conocer a una chica que le cambiará la vida por completo, así que los días de soledad para él están a punto de cambiar.
Estoy abriendo mis ojos, la cabeza me estalla y la luz que entra por mi ventana me molesta demasiado, mejor giré hacia el otro lado, pero era mucho peor, ya que tenía al lado de mi a Becca, con una mirada sería, no entendía nada...
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-Becca, ¿te sucede algo? -pregunté preocupada mientras trataba de entender que estaba pasando.
-No lo sé, quizás tú puedas decirme porque te duele todo...
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¿Por qué me duele todo? Quizás Becca me está haciendo una broma, pero si tiene razón en lo que dice, trato de recordar lo que pueda, pero no entro en razón.
-No recuerdo nada, ¿sabes cómo llegué al cuarto? -dije avergonzada.
-De acuerdo, te pondré en contexto, Borja, ¡eso fue lo que pasó! -dijo riendo y también de forma algo molesta por lo que hice.
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-Solo recuerdo que fuimos a comer pizza, pero después mi mente se quedó en blanco... ¡espera! No no no, ahora si recuerdo algo, él quería bailar o, algo así, y de repente...
-¿Y luego que más? -preguntó intrigada.
-Nos besamos...
-¡No es posible! Él no comentó nada cuando te trajo aquí, sólo dijo que tomaron demasiado, y se fue, pero ahora que lo pienso, si se veía muy sospechoso, ahora lo entiendo -dijo en tono de despreocupación y riendo.
-¿Por qué ahora te ríes y hace unos momentos parecías molesta? Además me siento mal por besarlo, puede que ahora me odie.
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-Es sólo que me da risa que no lo recuerdes tan bien, fue un beso del chico que te gusta, deberías estar feliz -dijo con una sonrisa.
-Pero él no lo sabe, así que no es tan mágico como alguna vez lo imaginé, debo arreglar esto de alguna forma, ¡ayúdame por favor! -dije algo alterada.
-Tranquila, si haremos algo, sólo en caso de que él lo mencione, puede que él tampoco recuerde nada, mejor espera un poco.
-Muy bien, tienes razón, ahora me arreglaré para estar más decente.
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