Me encontraba en un lugar desconocido, después de la anestesia me encontraba mas tranquila caminando por un jardín sin vida, ahí todas las plantas y flores tenían un tono apagado, en ese lugar todas las personas eran egoístas, malas y caprichosas. Me senté con cuidado en un banco medio roto a pensar o mejor dicho dejar volar mi mente, pensaba en todo lo que había tenido, en lo que era y ya no podía ser, pensaba en como fue que había llegado a este sitio sin vida, sin amigos y sin nada. De repente con la vista medio pérdida vi a un perro que se acercó a mi, yo no le tenia miedo a los perros, así que lo deje a secarse. Lo cargue y le dije
-¿Amigo que haces aquí? -le acaricié la cabeza- ¿o estás perdido?, ¿qué nombre te pongo?...Toto, así te llamaré
Su cola comenzó a moverse pues al parecer le gustaba ese nombre, su cabeza la coloco en mi antebrazo ahí me di cuenta de que estaba igual que yo ¡sólo!, luego de estar un tiempo allí los dos solos se bajo y se va era como si supiera algo. En eso apareció una de las que vestían de banco y me dice
-¿Estás aquí? -la mire con los ojos en blanco, pues ya me tenían harta- vamos ya hace mucho frío
Me tomo del brazo pero yo no quería que me tocase así que me solté. De camino a ese lugar oscuro noté que las plantas marchitas ya no estaban así, me quede sorprendida al ver eso pues no quería decirle nada a la que andaba conmigo pues pensaría que estaba más loca. Una vez en mi habitación había un chico con el que tendría que compartir mi espacio, ambos nos encerraron hasta que llegara el hombre fuerte vestido de blanco a darnos las pastillas pero el chico me dijo antes de ello
-¡Oye, tú! -dijo en susurró- eres la nueva, vi cuando te traían, ahora viene el hombre malo repartiendo esos sedantes
-¿Cómo sabes tú eso? -abrí los ojos lo más grande que pude- no pareces un Zombie como los demás
-Amiga porque no me tomo las pastillas, no te las tomes mira para que veas como lo hago y lo hagas también.
En ese momento sonó la puerta de que la abrían y ahí estaba el hombre del que hablaba el chico, le dieron la pastilla pero el hizo un juego de manos para que al final la pastilla quedara en su mano, cuando toco mi turno yo no sabía como era ese juego pero él entretuvo al hombre y me hizo señas con los ojos para que me apresurase, me puse muy nerviosa pero al final pude esconder la pastilla. El hombre se fue y yo di un suspiro de alivio.
-¿A ver, donde está tu pastilla? -se la mostré y él la tomó en su mano para luego hecharla en una pequeña cápsula donde habían muchas más como esa
-Me puse muy nerviosa, no se como haces ese juego de manos
-No te preocupes que yo te voy a enseñar. ¿y a ver y tu por qué estás aquí?
-Porque me encuentro sola en el mundo y todos me dieron la espalada cuando más los necesitaba
-Vale, te entiendo a mí, mi prima me encerró aquí pues dice que no soy tan buen ejemplo. En este lugar nos tratan como si estuviésemos locos, pero no es así, aquí todos tuvimos una situación equis que nos conllevó a encontrarnos aquí.
Ese chico que estaba conociendo ese día se llama Hector, tenía un asentó y palabras un poco raras, no sabía yo de donde había salido él pero me caía bien para que fuera mi compañero de habitación, ya casi cuando nos íbamos a dormir me dijo
-Pos mañana te voy a presentar a los demás amigos, pa' que los conozcas y no andes solo conmigo
-Ah esta bien -no quería conocer a nadie pero me tocó decirle que sí
Luego nos dimos las buenas noches y cada uno a dormir. A la mañana siguiente cuando desertamos y abrieron las puertas salimos al jardín siniestro sin vida, allí estaba el grupo donde me presentó
-Hola -dije yo sin que me saliera una palabra más
-Ella es la nueva -me agarró de la mano y dice -este es Rafa, Marcos, Grabiel y Meik ya mi ya me conoces
Le salio una sonrisa enorme de las que nunca había visto, cuando termino de presentarme disimuladamente fui soltandome de su mano
-Eu falou pouquinho el espanhol, pero todo estará multo bem entre nosotros -dijo Rafa un poco enredado
Yo comprendí lo que me quiso decir, pues de niña aprendí lo básico de ciertos idiomas, una vez, el haber interactuado con ellos un poco aproveche el momento en el que estaban entretenidos con las historias de Marcos y me fui, pues disfrutaba el estar sola que rodeada de personas. Llegue al mismo lugar donde me encontraba ayer, allí ya esperaba Toto, me acerqué y tocándolo una vez más recordé lo que había pasado con las plantas; pero pensé que era producto de la anestesia. Comencé hablar con Toto le preguntaba, ¿si eses lugar era lo que merecía yo?, recordaba cada uno de mis errores en el mundo exterior.
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Mi Querido El'fo
FantasyCuando dejas ir a alguien significa que el recuerdo también debe irse... pero el se queda, para torturarte, para recordarte todo lo que fue y lo que ya no será el se queda hasta que aparezca alguien nuevo, alguien con quien crees nuevos recuerdos. U...