"¡Estúpido Alfa!" ❁•[JuRic]

05.

Youngjae desconoce como una salida de helados que tenía como fin devolver el "favor" que el alfa había hecho, se había convertido en más y más salidas cada vez más seguidas con ese alfa. Que al cine, al parque de juegos, al arcade, una vez más al cine y finalmente a esa noche, donde poco más de dos meses después, se encontraba en ese momento, caminando hombro a hombro con el alfa, con la noche bañando las calles y las luces de las farolas siendo su guía después de una salida sin rumbo.

Con ambas de sus manos refugiadas de la baja temperatura en las bolsas de su gran abrigo, Youngjae escucha con atención al alfa contar muchas anécdotas de las cuales él está guardando cada mínimo detalle.

A ciencia cierta no sabe cómo su lista de "estúpidos alfas" se vio interrumpida cuando se dio la libertad de conocer a ese alfa en específico.

Juyeon no era tan estúpido como el llegó a creer. Hacía poco más de dos meses desde que comenzó esa extraña relación con el alfa, que si bien no tenía nombre, sabía que no eran simples amigos ni tampoco eran algo más. Sus salidas eran solo eso, salidas, Juyeon no le daba señales de querer algo que no sea amistad con él, y claramente él no lo haría.

Ugh, apenas estaba aceptando poco a poco que Juyeon era quizás, un muy buen alfa.

Estúpido pero buen alfa.

Dicho Juyeon lo sacó de su tren de pensamientos cuando colocó las manos sobre sus hombros, atrayendo lo hacia él, el omega siendo capaz de sentir su espalda chocar con el cálido pecho del alfa, hasta entonces dándose cuenta que habían llegado a una parte demasiado transitada y que las personas pasaban sin cuidado alguno.

No creía que fuera razón suficiente para que Juyeon lo pegara a él de una forma demasiado protectora. El omega estuvo por inquirir, más su atención se desvió hacia donde un olor demasiado desagradable para su nariz llegó a él, un aroma lleno de horribles feromonas.

Sus orbes se toparon con los de un alfa desconocido que ya lo estaba mirando, y cabía decir que no de una manera linda, a lo que el omega se sintió realmente incómodo, notando entonces cómo los ojos de ese alfa pasaban por su cuerpo sin disimulo alguno.

Ugh.

Cuando se removió incómodo en su lugar por tener a ese alfa cerca suya, Youngjae lo sintió.

Oh.

El cuerpo del alfa rubio a sus espaldas se tensó, con el omega sintiendo segundos después los brazos del alfa bajar hasta su cintura, de alguna forma abrazándose a él, no necesitando ver a la cara al alfa para saber que sus orbes avellana cayeron en el alfa contrario. 

Youngjae puede aceptar que respiró con tranquilidad cuando esta vez, el aroma que inundó sus sentidos fue ese que tanto aprendía a adorar. Porque el aroma a pinos y tierra húmeda bañó su cuerpo, casi ronroneando con felicidad cuando las personas comenzaron a disiparse a medida que avanzaban y el alfa desconocido había quedado atrás, no sintiéndose realmente incómodo caminar en la posición en la que estaba con el alfa.

Se sentía protegido, y estaba adorando eso quizás más de lo que tenía permitido.

Ciertamente quiso hacer berrinche cuando ya alejados de las personas, Juyeon se alejó de él.

Youngjae quiso lloriquear, y no hizo por donde esconder sus pucheros, sintiéndose de pronto angustiado por no tener al alfa pegado a sí mismo.

Juyeon lo notó, a lo que sólo soltó una baja risita.

ㅡ¿De qué te ríes, estúpido alfa? -Alejándose con berrinche, el omega soltó, sintiendo al alfa caminar detrás de él. 

ㅡ¿Por qué te molestas de repente? -El alfa responde con una pregunta, deteniendo sus pasos sólo cuando así el omega lo hizo, soltando en broma después. ㅡ¿Tanto así me odias, fresita?

Juyeon de alguna forma u otra sabía que sólo bromeaba, pero puede que muy dentro suyo quería una respuesta sincera a lo que rondaba su mente desde antes de hablar con Youngjae. 

El omega se tensó en su lugar, sin darle la cara al mayor, puchereando más.

¿En serio ese estúpido alfa pensaba que él lo odiaba? Por dios, ¿acaso no se daba cuenta?

Ugh.

ㅡ Estúpido alfa. -Girando sobre sí mismo y conectando sus miradas, Youngjae soltó con berrinche, sintiendo sus orbes picar porque bueno, era un ser mimoso y se sentía vulnerable. A lo que no tuvo pena en soltar con sinceridad: ㅡ¿Cómo te voy a odiar si me gustas tanto?

Y oh, no se esperó que un cuerpo se estrellara contra el suyo y unas manos le rodearan su torso, sintiéndose pequeño cuando el alfa sin aviso previo hundió su rostro en el espacio de su cuello y hombro, riendo chiquito en su lugar.

Ah… alfa…

ㅡT-también… también me gustas mucho, mucho-

Uh, qué alfa tan tonto.

Y con demasiada felicidad y como cachorro consentido Youngjae recibió el delicado choque de belfos que previamente el alfa esperó por permiso, sintiéndose pequeño, pleno y feliz en los brazos de ese alfa.

Alfa.

Su alfa.