03. Verano de los 13 años

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{VERANO DE LOS 13 AÑOS}

El Arcade era el salón de juegos más conocido en El Monte. Tenía máquinas de arcade, autitos chocadores, juegos de carrera, metegol, entre otros. Sin embargo, nuestro juego más amado y odiado por partes iguales era la máquina para sacar peluches de la entrada.

Todos los veranos Cole y yo nos internábamos por lo menos un día completo en el Arcade. Nuestros padres nos dejaban de día y nos pasaban a buscar de noche. Nosotros gastábamos todas nuestras fichas en esa estúpida máquina de peluches. Tenía peluches de todo tipo: de películas de Disney, de programas de televisión, de emojis, de animales. No habíamos podido sacar ni uno desde que comencé a vacacionar en El Monte. Incluso Cole me enviaba mensajes cuando él venía durante el año e intentaba sacar uno, pero tampoco tenía suerte. Al principio le echábamos la culpa a la fuerza de la garra de la máquina y nos jactábamos de que el juego estaba estropeado a propósito para que nadie pudiera sacar nada; pero cuando una noche una chica sacó tres peluches seguidos, nuestra teoría se desmoronó y la única respuesta era que simplemente éramos malos jugando. Aun así, no lo queríamos aceptar y no nos rendíamos.

Cole colocó una ficha para que el juego comenzara y empezó a mover la palanca de la máquina. Se estaba mordiendo la lengua y tenía el ceño un poco fruncido, algo que hacía siempre que estaba concentrado. Yo me encontraba a su lado analizando la distancia entre la garra y los peluches.

―Mueve la garra más a la izquierda ―me apresuré a indicarle a Cole porque teníamos poco tiempo― ¡No! ¡Ahí no! ¡Ese peluche no me gusta! ―me quejé cuando se posicionó sobre un peluche de un Iron Man que parecía que le había pasado un camión por encima de lo feo que era.

Yo quería que agarrara el peluche de Nemo que había sido mi película favorita desde siempre, pero Cole no me hizo caso.

―Kaia, ¿Te das cuenta que no puedes ser quisquillosa con esta máquina? ¡Nos odia! No importa si te saco el Pikachu que parece haberse drogado, va a ser lo mejor que nos pase en la vida de todas formas.

Resoplé.

―Bueno con todo ese discursito igual ya se te terminó el tiempo ―protesté mientras miraba como la garra bajaba y agarraba al Iron Man drogado para soltarlo segundos después―. Mi turno ―dije quitando a Cole del manillar luego de poner otra ficha en la máquina.

Jugamos unos intentos más hasta que nos dimos por vencidos. Nos quedaban pocas fichas y el siguiente juego que elegimos fueron los autitos chocadores. Mejor dicho, el juego que yo elegí y Cole aceptó a regañadientes. A mi ese juego me encantaba, mientras que a Cole no le gustaba porque no había nadie que ganara o perdiera, pero yo disfrutaba lo violento que podía llegar a ser y chocar a los demás desde atrás. Bueno, si era a Cole, mejor todavía.

Luego de los autitos chocadores, acepté ir al simulador de surf aunque sabía que Cole me iba a ganar. Siempre lo hacía. Pusimos nuestras últimas fichas y nos subimos a las tablas. La pantalla que se encontraba frente a nosotros nos mostraba a nuestros jugadores en el mar y teníamos que surfear las olas. Nuestras tablas se movían cada vez más rápido cuando las olas iban aumentando de tamaño y teníamos que dominarlas. Cole movía sus piernas como si realmente estuviera en el agua y lo hacía con mucha más facilidad que yo.

Cuando perdí luego de un mal salto, me bajé y le dejé el lugar a otro chico que estaba esperando para jugar. Había una fila larga de espera así que me posicioné un poco más lejos, pero lo suficientemente cerca como para poder ver a Cole y que él supiera dónde me encontraba yo.

Veinte minutos después, Cole seguía jugando y ya habían pasado más de cuatro chicos para jugar contra él. Los padres que acompañaban a los hijos se quedaban mirando el juego impresionados mientras yo tenía una sonrisa en la cara mirando con orgullo a mi mejor amigo. Sabía que no solo le iba bien en el simulador, Cole amaba el surf real y toda persona que lo veía surfear a su corta edad se daba cuenta del talento que tenía.

Mi padre siempre le decía "vas a ser un gran surfista cuando seas mayor", pero yo no estaba de acuerdo. Para mi Cole ya lo era.


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¿Son competitivos? Yo admito que soy super competitiva y odio perder 🙃

¿Cuál es su peli de Disney favorita?

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

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Hasta el próximo veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora