LA LOBA DE MANHATTAN

capitulo 1

Capítulo 1

Juliana Valdés, había ido a Manhattan de vacaciones con unas amigas. Acababa de cumplir en esos momentos, veintitrés años. Había estudiado un grado superior de secretariado, ya que no pudo estudiar una carrera porque su familia no tenía suficientes recursos para ello, ni siquiera con beca, porque la beca la pagaban al final de curso y no podía pagar durante el curso lo que era necesario para asistir al mismo.

Y optó por lo que le gustaba. Se especializó con algunos cursos, en derecho penal, como secretaria.

Había nacido en Sevilla en un barrio obrero. Sus padres eran trabajadores normales, de nivel económico bajo. Su madre era limpiadora en una empresa de limpieza y su padre era celador del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Tenía tres hermanos más, por lo que sus padres no podían pagar una carrera universitaria a sus hijos, pero ella consiguió una beca para estudiar el grado superior que era más asequible que la universidad.

Trabajaba los veranos desde los dieciséis años para ver su sueño cumplido, Manhattan, en Nueva York, en Navidad y por fin, al terminar el grado y los cursos correspondientes, con dos amigas, Deborah y Renata, pusieron rumbo a la gran manzana de vacaciones unos días.

Encontraron un vuelo barato, alquilaron un apartamento en Brooklyn, vacacional a través de airbnb.

Pero jamás pensó Juliana, que ese viaje cambiaría su vida para siempre.  Era la que sabía hablar bien inglés y escribirlo, se le daban bien los idiomas y además, se empeñó en estudiarlo. Las demás chapurreaban algo, pero se defendían.

Una mañana en el periódico en una cafetería de Brooklyn, mientras desayunaban, leyó un anuncio que le llamó la atención, se necesitaba secretaria para un bufete de abogados, para una abogada en concreto, Valentina Carvajal.

— ¿Qué haces? — le pregunto Deborah.

—Enviar un Currículum, por si acaso.

— ¿A dónde?, a ver… — Miró Renata quitándole el periódico, pero ella ya había enviado su Currículum.

— ¿De verdad? no me lo puedo creer— dijo Deborah.

—Es muy interesante, pero no os preocupéis, no creo que vayan a cogerme por joven, ni por la experiencia, ya que sólo tengo del grado en el bufete de Sevilla.

Envió su Currículum, que lo tenía en el móvil, en un impulso y se olvidó de eso por el momento, siguieron desayunando y haciendo planes para ese día, y al cabo de diez minutos, cuando se levantaban para irse, Juliana, recibió una llamada.

¡Qué raro! se dijo, pero era acerca de su Currículum. Habló con un hombre con un inglés perfecto y una voz preciosa, y debía estar en un hora en Manhattan en el bufete, WALKER & WALKER. Le dijo la dirección y la esperaba. Tenía cita a las once con Valentina Carvajal. Se lo dijo a sus amigas.

—     Serás capaz de encontrar trabajo en dos días que llevamos aquí…–– dice Deborah

—No sé, pero voy a ir. El tema es que tengo que pasar por el apartamento de nuevo y arreglarme y maquillarme, e imprimir en una copia los títulos que tengo en el móvil, luego tomar un taxis para que me lleve hasta el bufete.

Llegó a las once menos cinco minutos junto a sus amigas quienes la esperaron fuera y así ese día tras la entrevista, se quedarían en Manhattan de visita turística, cambiando los planes que tenían.

El bufete tenía diez plantas, era enorme el edificio, llego a recepción y al preguntar por la señora Carvajal, le dijeron que en la planta ocho, despacho siete, la esperaban.

Casi sudaba y era diciembre se sentía muy nerviosa porque a pesar de que no era muy seguro de que la escogieran sentía un poco de esperanza.

Se había recogido el pelo largo en una coleta profesional y un traje de chaqueta que encontró de Deborah y que le estaba bien. Sus documentos en un maletín que compró, no muy caro en la copistería donde imprimió los documentos.