Prólogo

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Termino de acomodarme la corbata y me doy una última mirada al espejo

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Termino de acomodarme la corbata y me doy una última mirada al espejo. Cuando era pequeña solía imaginarme que cuando Christian se casará yo llevaría un hermoso vestido de color blanco y caminaría a su lado al altar. Hoy descubrí que los sueños no se hacen realidad.

Salgo del carro y me sacudo el pantalón tratando de quitar cualquier rastro inexistente de polvo. No tardó mucho en llegar a la entrada de la gran mansión Seavey que ha dejado de tener su característico aire de misterio y ahora ha sido remplazado por los colores de las rosas que se extienden por el jardín. Dalia es una chica que ama la naturaleza, me gusta creer que vive en un mundo arcoíris y que tal vez por eso Chris se casara con ella. Somos completamente distintas.

-Liv, me alegra que llegarás, mamá me matara de diabetes -dijo el castaño pasando su brazo detrás de mis hombros.

- Aleja tus manos de mi chica Seavey.

- Tu chica está en tu habitación preparándose para tu boda, hermanito -disparó Daniel aún a mi lado. Christian entre cerro los ojos, pensativo.

- Liv -se giró hacia mí -. Aún eres mi chica ¿Verdad?

- ¿Alguna vez lo fui? -pregunté en tono gracioso. Aunque por dentro me moría de ganas por saber si había algo más detrás de ese sobrenombre.

- Bueno... sí, eres mi mejor amiga desde que tengo memoria - me dedico una sonrisa que parecía realmente sincera.

- Claro, sobre eso ¿Es necesario que yo toqué está noche? ¿No podía hacerlo Lucy? Ella tiene más experiencia que yo y ...

- Olivia, lo harás genial.

- No suelo apoyar a Christian en sus decisiones, pero creo que está vez estoy de su lado -Daniel finalmente me soltó para pararse a un lado de su hermano.

- Yo no sé de qué hablan, pero si Daniel está dentro, yo igual -dijo Jonah a mis espaldas.

- Bien, lo haré. Ire a prepararme.

Me despido de los 3 chicos y voy directo al patio trasero; dónde se llevaría a cabo la ceremonia y en donde ya se encuentra el hermoso piano que le obsequie a Daniel. Está listo para ser usado; cuando Dalia se enteró de que sabía tocar insistió tanto a Chris y a mí para fuera yo quien tocará la canción de entrada este día, que no pude negarme. Tuve que dejar mis sentimientos de lado ese día para verlos felices.

Una hora después, me encontraba frente al piano. A mi lado Daniel tocaba el Chelo & Jonah cantaba. Fue cuestión de minutos para que Dalia llegará con hermoso vestido blanco lleno de pequeñas mariposas. Cuando termina la ceremonia, la familia de ambos comienza a dispersarse a través del gran patio. Entre la pista de baile y las mesas que se les han asignado.

Fui adentro de la casa a buscar el vestido que había dejado la noche anterior, no quería sentirme fuera de lugar, todas las amigas de dalia llevaban vestidos hermosos y yo aun llevaba el traje que usé para tocar. Al llegar a la habitación, tome la perilla para abrirla, pero algo me paro en seco. Era Dalia. Su voz sonaba a través de la madera. Estaba riendo y podía escuchar como besaba a su acompañante. Pero no era Christian. Esto está mal.

Summer Lover ☆ Corbyn Besson ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora