; PARTE ÚNICA.

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Un suspiro salió de sus finos labios para en pocos segundos desvanecerse entre todo el bullicio que había surgido en el gran salón, todos sus amigos expresaban su emoción con alto tono de voz, algunos haciendo chistes sobre como mikey había sido capaz de dejar a su hermana en los brazos del dragón, y otros nostálgicos que recordaban con cariño todo lo que aquellos dos habían pasado para llegar a su unión actual.

El más bajo se levantó de su asiento y, como había visto en las películas que su hermana le obligaba a ver con ella, llamo la atención de los presentes con el ruido delicado pero algo estruendoso del tenedor de metal impactando con el cristal se su copa llena de champán.

- ¡Atención! - izana se había levantado poco después que él, con una sonrisa deslumbrante y una mirada llena de ilusión que no se había apartado de su preciada hermana menor. - ¡El padrino tiene unas palabras que decir! - finalmente izana sonrió hacía manjiro y le dio un par de palmadas en el hombro antes de volver a sentarse para dedicarle su atención, los presentes imitaron al de cabellos blancos y guardaron silencio para escuchar al sano de en medio. –

- ¡Un brindis por la novia! - alzo su copa lo más alto que su brazo derecho le permitió, dejando a sus ojos pasearse por todas las mesas del lugar hasta encontrarse con los protagonistas de aquella noche de primavera.- ¡Por el novio! - río levemente ante la vista de su mejor amigo hecho un manojo de nervios, con las mejillas tan rojas como una manzana madura. - de parte de tu hermano que siempre estará a tu lado. - volvió su vista hacia la de su hermana y extendió su copa hacia su dirección, en sus labios se posaba la sonrisa más cálida que había dado jamás.- ¡Por su unión! - escucho a sus amigos repetir su frase con sus copas elevadas, casi y parecían un coro. -

- ¡Por la Tokyo manji! - exclamaron los invitados que lo acompañaban en su misma mesa, interrumpiendo a manjiro con diversión en sus rostros pero con la nostalgia impregnada en sus palabras. La pandilla que habían creado hace ya tantos años y la que fue presente de todos los acontecimientos que ahora los llevaban a ese punto en su historia, ¿cómo no mencionarla? -

- ¡y la esperanza de la que nos proveen! - siguió hablando el, ahora pelinegro, después de soltar una leve risa por la interrupción de sus adorados pero tontos amigos. - ¡Y que siempre estén satisfechos! - miro a su cuñado con sus ojos cristalizados, listos para dejar caer las gotas de agua muestra de la más pura felicidad, aquella que su sonrisa expresaba al son de sus palabras.-

O al menos, eso era lo que todos los presentes pensaban.

Manjiro recordaba con completa claridad el día que había conocido a su mejor amigo, en aquellos tiempos donde era un niño prodigio al que constantemente le solicitaban peleas tan pronto se enteraban de sus hazañas y fuerza, impropia para un niño d...

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Manjiro recordaba con completa claridad el día que había conocido a su mejor amigo, en aquellos tiempos donde era un niño prodigio al que constantemente le solicitaban peleas tan pronto se enteraban de sus hazañas y fuerza, impropia para un niño de su edad.

Recordaba perfectamente lo que había en su mochila ese día, también el sabor del dulce que llevaba en su boca y como no, nunca sería capaz de olvidar el momento cuando vio por primera vez el rostro de Ken.

- satisfied ; drakey. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora