Peluquera

331 27 10
                                    

—Flequillo... —susurre pasmada y todos posaron su vista en mi.

—¿Peluquera? —ella ladeo su cabeza hueca y sonreí.

No podría creer que fuera ella, habían pasados años desde que nos despedimos...

Su hija le corto el cabello a dos de sus compañeras Sonia... —hablaba la directora sentada en su escritorio mientras mi maestra se mantenía parada al lado de ella asintiendo a cada palabra que decía.

«Se parecía a esos perros cabezones que se le mueve la cabeza»

—¿Disculpe? —pregunto indignada con la boca abierta.

—Ma... —le advertí mirándola, no quería que haga uno de sus famosos escándalos por esta estupidez.

Tranquila mamita, tengo todo bajo control, no te preocupes ¿si? —volvió la vista a la directora y cambio el gesto. Apoye mi espalda en la silla y suspire mirando el suelo, no me iba a hacer caso y ya estaba esperando ansiosa irme de esta oficina—Mire directora, yo respecto su forma de trabajo pero me parece que es una tonta por querer echar a mi Marizzita por un juego de niñas.

—Señora Rey, no hace falta que me falte el respeto po...

—¿Respeto? ¿Respeto? Si hablamos de falta de respeto usted seria un ejemplo —se levantó de la silla y yo hice lo mismo—.Porque señora tu abuela —abrió la puerta para salir y dejar a la directora con la boca abierta y a mi ex maestra con los ojos abiertos. Antes de cerrar la puerta se giro a verlas porque con tener la ultima palabra no le bastaba a Sonia Rey—.Por cierto ella no esta expulsada de este lugar, yo la saco —se dio la vuelta para cerrar la puerta y sonreí mientras caminaba detrás de ella. 

Antes de salir por la puerta de salida, que es la misma que la de entrada, decido mirar hacia atrás. Mia o como la empece a llamar desde hoy, flequillo, estaba ahí parada, mirándome con la cabeza ladeada desde lejos. No pude evitar sonreír, ella demostraba lo tonta que era con lo tierna que es cada vez que decía o hacia algo como ese gesto; simplemente no podía evitar sonreír y reír al mirarla. Pero la sonrisa cambio a una nostálgica, en ese momento sabia que era una despedida, que ya no la volvería a ver mas, ni volvería a ese lugar y lo único que pude hacer es darle mi ultima sonrisa e irme de ahí como siempre hacia en cada despedida.

Mia se acerco a mi con la atenta mirada de todos, incluyéndome, y quedo al frente mio.

—¿Sos vos Marizza? —reí.

—Si tonta, soy yo —nos sonreímos por un momento.

«Era ella...»

—¿Sos vos? —le pregunto Guido a Mia y fruncí el ceño.

«¿Se conocen?»

—¿Yo? —pregunto Mia señalándose a si misma, mirandolo confundida y respondiendo mi duda. Sonreí nuevamente, extrañaba su, como solía decirle, "taradez".

—Sí, el amor de mi vida —respondió y me pase una mano por la cara.

—¿Un piropo menos barato no tenias? —pregunte rodando los ojos y Mia nos miro divertida.

—Bueno... —hablo el director, él cual no se había ido—Creo que tengo que irme —se dio la vuelta con la mirada de todos en él y volví a ver a Mia con una sonrisa.

—Pensé que no te volvería a... —un carraspeo me interrumpió y gire mi cabeza por donde provino—¿Pasa algo Pablo? —pregunte y él se hizo el desentendido.

—No nada —trate de volver con Mia pero apenas gire un poco la cabeza siguió—¿No nos vas a presentar? —lo mire mal, él intentaba ocultar su estúpida y típica sonrisa seductora con su otra sonrisa típica de niño engreído que usaba cuando tenia algo en mente y yo sabia muy bien que era.

Amigas hombres [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora