Introducción

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n/a: les super recomiendo ver children of the sea, pelicula en la cual está inspirado el fic. voten y diganme que opinan <3

Baji observa a su abuelo quitarse los audífonos y escribir rápidamente en una libreta en su regazo, concentrado. Su estómago produce un pequeño ruido y busca su lonchera para tomar un pequeño mango y empezar a pelarlo perezosamente. Están a kilómetros de la costa y de cualquier signo de civilización. No regresarán a casa por un buen rato así que se ha preparado para satisfacer su hambre por el tiempo que esté acompañando a su abuelo con su investigación. A otras personas podría parecerle aburrido pasar su verano en un bote con otra persona, en silencio y, encima de todo, rodeados de usa inmensa masa de agua. Pero para él es más que gratificante.

—Keisuke ¿sabes para qué es esto? —le pregunta.

Palmea con su mano libre el aparato a su lado. Una caja mediana de metal, con un cable sobresaliendo en uno de sus lados, sumergido en el mar. No puede verlo ahora, pero Baji sabe que en uno de sus extremos hay un objeto ovalado y largo.

Asiente con solemnidad.

—Es para escuchar a las ballenas.

Su abuelo sonríe con orgullo.

—Exacto. Estas grabadoras acústicas capturan los patrones de alta frecuencia que las ballenas jorobadas emiten. Nosotros los humanos no podemos poner en palabras ni siquiera la mitad de lo que pensamos o sentimos, pero ellas son capaces de transmitirlo todo a través de su canto. Eso es lo que las hace tan fascinantes a los ojos humanos.

—¿Qué es lo que transmiten, abuelo? —inquiere intrigado.

—Nadie lo sabe —suspira soñador—, Es un misterio que mis colegas y yo nos hacemos desde hace décadas. Creemos que tal vez sea para alertar a otros peces de un depredador, o anunciarles a los machos que están en temporada de apareamiento, ya sabes, como lo hacen algunos animales cuando están en celo.

—¿Eso significa que se comunican con otras ballenas?

El hombre se encoje de hombros ante la pregunta de su nieto.

—Todavía no lo sé con precisión, supongo que eso depende de lo que quieran transmitir.

—¿Y si en realidad tratan de comunicarse con nosotros?

—¿Tú crees? —le mira de soslayo, sacando el aparato del agua.

— Tu siempre dices que la gente que desestima la biología marina son idiotas retrógrados, tal vez las ballenas quieran decirles lo mismo.

Su inesperado comentario le roba una carcajada al hombre frente a él. A Baji se le dibuja una sonrisa instantáneamente. En momentos como este olvida lo monótona que volverá a ser su vida en unas semanas. Podría enumerar mil y un razones por las cuales empezar el cuatro grado le fastidia a niveles inmensurable, pero sabe que no impedirá que el tan temido día llegue, por lo que piensa dedicarse estas últimas semanas de vacaciones para disfrutar del mar y de la compañía de sus abuelos.

—Ah, puede que tengas razón.

Su abuelo se incorpora, sosteniéndose del mástil. Su ajusta la gorra antes de mirarlo con una amplia sonrisa.

— La verdad es que yo solo puedo basarme en lo que he leído en informes y experimentado en el paso de los años, y vaya que he experimentado muchas cosas en el océano —se pone en cuclillas frente a él—, pero créeme cuando digo que allí abajo se esconden cosas que nadie podría imaginarse. Secretos que no podremos descubrir y si llegamos a hacerlo, quizás no tengamos la posibilidad de compartirlo con otras personas. El mundo marino se rige por sus propias reglas, después de todo.

Baji contempla las millas interminables de azul rodeándolos. Un mar en calma. Le asusta y asombra en partes iguales el pensar en lo que puede haber más allá de las aguas exploradas.

—¿Te parece si recorremos algunos kilómetros más antes de ir con tu abuela?

El niño murmura un acuerdo distraídamente, con la mirada fija en el horizonte. Su abuelo le revuelve el pelo al pasar y se dirige a la cabina del conductor. El motor ruge y el bote empieza a moverse. Baji apoya los brazos en la barandilla, roza sus dedos en la superficie cristalina. Las palabras de su abuelo se reproducen en sus oídos una y otra vez.

¿Cosas que nadie podría imaginarse?

Su abuelo tararea una canción en voz baja. Una que (está seguro) no había escuchado antes pero que le produce una sensación extraña en el pecho. Como si la hubiese escuchado hace mucho tiempo, pero no pudiera decir con exactitud cuándo. Ni dónde.

The stars, the many stars.

The sea is my mother.

Man is the breast

Heaven is a playground

¿Misterios que jamás podrán descifrar, huh? 


*conforme avance el fic van a pensar q estoy re falopa pero prometo q es va a estár interesante jeje a los q esperan la actualización de ferox no me maten pls les juro q voy a actualizar en cuanto termine el cap <3 

The sea in your eyes (baji/chifuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora