Dormir es sin duda uno de los muchos placeres en esta vida, de los cuales disfruta el ser humano, estar acurrucadito en tú cama, descansar, aprovechar las horas de sueño y despertar el siguiente día tranquila y con un buen ánimo para todo el día... Yo si gozo de lo primero mencionado pero lo ultimo, eso ya no formará parte de mis mañanas y realmente espero que esta nueva vida no dañe el hecho de dormir bien.
Capitulo 2.
La preparatoria Jigoku.
-¡Eres un maldito viejo! -Exclamó Levi mientras corría detrás de alguien.
Abri mis ojos como platos al escuchar esos gritos, realmente me asuste mucho ya que no estaba acostumbrada a despertar de esa manera, podía escuchar como Kenny y Levi se gritaban entre sí, también el golpeteo de sus pasos al correr y ni hablar de los múltiples golpes dados a las paredes, luego de unos cuantos segundos me levante de mi cama y torpemente camine hacia la puerta, limpie un poco mis ojos y finalmente la abrí encontrándome de frente con una cuchilla la cual iba dirigida a Kenny, de inmediato mire a mi tío él cual la había logrado esquivar.
-Buenos días Niña, espero que hayas dormido de maravilla -Dijo Kenny mientras sacaba una pequeña daga de la bolsa de su pantalón.
-Pero que... ¿¡Que diablos les pasa!? Aun es muy temprano para estas cosas.
-Entrenar o matar no tiene fecha y mucho menos horas.
Luego de esas palabras Kenny me hizo señas con su mano, dándome a entender que debía retroceder, ante esto hice lo pedido, acto siguiente Kenny lanzó rápidamente su arma hacia Levi él cual, a penas la logró esquivar.
Maldición estos tipos están jodidos.
-Aún eres muy lento Levi, estoy seguro de que Mikasa, lo haría mejor. -Mencionó Kenny mientras sacudía el polvo de su ropa.
-Tks... Si claro -Respondió Levi, mientras giraba sus ojos.
Luego de esas palabras, Kenny soltó una pequeña risa y luego se marchó del lugar dejándonos a Levi y a mi solos.
Mi querido primo camino lentamente hacia mi, me tomo de los hombros y se dispuso a hacerme una pregunta algo peculiar, saben mejor no hubiera respondió.... Maldito mocoso de mierda.
-Mikasa... ¿Sabes cocinar?
-¿Eh?...
-Pregunté si sabes cocinar, responde mocosa.
-Este... Si ¿por qué?
-Perfecto, vete a preparar el desayuno Ackerman y date prisa que tengo hambre.
Luego de esas palabras Levi me soltó y camino directamente hacia su habitación la cual estaba a unos pocos pasos de nuestra posición, lo mire mientras se alejaba y cuando encontré el momento adecuado le lancé una pequeña pieza de madera que había en el suelo, de inmediato este se volteó y me miró.
-¡No soy tú sirvienta idiota! -Dije mientras cerraba la puerta de mi habitación con fuerza.
Desde dentro pude escuchar como Levi cerraba también la puerta de su Recamara. Luego de lo ocurrido tome mi toalla de baño y me fui a duchar, un baño de agua caliente no le cae mal a nadie.
Luego de 13 minutos ya me encontraba lista para salir de mi habitación, pero antes de irme, me mire unos cuantos segundos al espejo y quedé asombrada de lo chula que estaba... Nah mentira que chula ni que nada, estaba asombrada de lo horrible que se veía mi cabello, desde que comencé mis clases de preparatoria en casa, mi madre me pidió que no cortara mi cabello ya que a ella le agradaba mucho peinarlo, siempre me decía que una niña con un cabello corto no se veía bien no obstante nunca estuve de acuerdo con su pensamiento, pero nunca encontré el valor para contradecirla y por ello mantuve mi cabello largo durante muchos años, más sin embargo ahora las cosas son diferentes... Ya no debo de hacer algo para mantener feliz a alguien.
