Langa, ¿Saliste de un libro?

V

Era ser lindo o ser inteligente, le tocó ser el que dibuja ojos en las páginas de su cuaderno ¡Dios! Eran tan aburridas las clases, especialmente las de matemática, para empezar ¿A quién se le ocurrió meter letras a matemáticas? Reki jura que encontrara algún día a esa persona y si aquella persona ya esta muerta la sacara de su tumba y la volverá a matar.

—Pss Reki —Susurro el peliazul que estaba a su costado. Sacándolo de sus pensamientos.

—¿Mm? —Respondió.

Langa rápidamente le paso un papelito doblado en cuatro y volvió a prestar atención a la clase como si nada hubiera pasado.

Reki abrió la nota algo nervioso para ver que contenía

Te ves algo distraído ¿Pasa algo?

Al leerlo los colores se le subieron encima, no sabía que responderle ¿Qué diría? ¿Que estaba pensando en re matar a la persona que metió letras a matemática? Agarro una hoja de su cuaderno y escribió

Estoy bien, no hay de que preocuparse
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Le paso la hoja al canadiense y él al leerla lo volteó a ver para comprobar si estaba diciendo la verdad, Reki sin saber que hacer solo sonrió.

Langa se quedó paralizado, como si fuera una estatua, estuvo un largo rato viéndolo, eso asustó al pelirrojo, quien solo preguntó:

—¿Estas bien, Langa?

El canadiense al darse cuenta apartó la mirada con un pequeño sonrojo.

—No... No es nada, prestemos atención a clases. —Respondió sin mirarlo.

《 Es muy raro, pero quien soy yo para juzgar, soy igual e incluso peor. 》

Pensó Reki, dirigiendo su mirada a la pizarra haciendo el esfuerzo por prestar atención ¿Teorema de Pitágoras? ¿Qué es eso? ¿Se come al menos?

El pelirrojo se aburrió y comenzó a dibujar cualquier cosa, sin darse cuenta terminó dibujando a Langa, tapó el dibujo con su mano, avergonzado.

《 Realmente este chico me trae mal. 》

—Reki ¿Me estás escuchando? —Pregunto el canadiense.

—¿Que? ¿Qué paso?

—La clase ya terminó, todos se fueron a comer pero tú te quedaste quieto en tu lugar, te estaba avisando pero al parecer no me escuchabas. —Explicó.

— Ah.... —Respondió— ¿¡Espera, que?! ¿Tan rápido pasaron las clases?

—La verdad... Yo no lo diría así pero-

—¡Eso es bueno! —Interrumpió el pelirrojo— Dime, Langa ¿Traes tu comida?

—Si ¿Por qué?

—¡Vayamos a comer juntos! —Propuso parándose de su asiento.

—Yo... ah... Claro —Aceptó rascándose la nuca.

—Ya bésense —Grito una chica que se encontraba con su amiga en el salón comiendo.

Reki se dio cuenta de que ese comentario iba dirigido hacia ellos y al tiro se avergonzó, sacó rápidamente su almuerzo de su casillero y salió junto a Langa que también estaba sonrojado, poco, pero lo estaba.