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Desde hace un tiempo Yoongi escucha a sus compañeros de salón hablar sobre lo lindo que se ve el atardecer en la playa. Como todo gatito curioso que es decide pedirle a sus padres que lo lleven a ver el atardecer en dich...
Un lindo híbrido de gato miraba atento el reloj que colgaba de la pared. Cada minuto que pasaba lo sentía como horas. Estaba ansioso de que el timbre sonara anunciando la hora de salida para poder ver al tierno tritón de mejillas regordetas que se había ganado su corazón.
Después de unos interminables minutos sonó el timbre y el gatito guardó todo rápidamente para salir de la escuela, ignorando el llamado de sus amigos.
Corrió lo más rápido que sus delgadas piernas le permitieron. Estaba muy nervioso y emocionado por ver a Jimin.
Al llegar a la playa corrió hacia unas rocas apartadas de todo, donde nadie iba. Desde que se conocieron ahí era donde se encontraban sin miedo a que alguien los viera.
El tierno tritón ya lo esperaba sentado en una de las rocas. Sus ojitos brillaron tanto al ver al pálido que las estrellas si lo vieran se pondrían celosas.
—Ya estoy aquí, Minie. —Habló entre jadeos.
—Hoy te demoraste más. —Habló con un puchero formándose en sus labios regordetes, había estado esperando por su gatito un largo rato.
—Es que cómo estamos en tiempo de exámenes nos tenemos que quedar un poco más para que la profesora nos de unas guías, lo siento. —Se sienta al lado del menor y lo abraza.
—Está bien. Te perdono, Gigi. No es tu culpa. —El pelinegro asiente feliz de que su menor no se haya enojado con él.
—Te quiero decir algo. —El joven de mejillas regordetas lo miró curioso.
Yoongi estaba hecho un manojo de nervios y no era para menos si estaba a punto de declarárcele al pequeño tritón. Desde pequeño ha tenido un crush con el pececito. Al principio pensaba que era admiración, pero a medida que crecía, esos sentimientos fueron haciéndose más claros.
—Pececito, al principio no estaba seguro de decirte lo que siento, pero me armé de valor, sino siento que me arrepentiría toda mi vida el no decirte lo que siento. —Suspira nervioso. —Cuándo te conocí a los 10 años quedé totalmente flechado por ti, pero no sabía que era eso que sentía en mi pecho cada vez que te veía, hasta ahora. Sé que puede sonar raro que lo diga de repente, pero te amo. —A esas alturas el de mejillas regordetas ya estaba hecho un mar de lágrimas por las cosas tan bonitas que le dijo su Gigi. —¿Quisieras ser el novio de este gatito gruñón?
—Claro que quiero, Yoon. —El pececito emocionado lo abraza.
El tritón estaba más que emocionado. Sentía en su pecho un millón de sensaciones nuevas. Por supuesto todas eran buenas. Cómo no estar feliz si la persona que más amas en el mundo se te declara. El pececito estaba que si pudiera saltaría de alegría.
—Te quiero mucho, Minie.
—Yo también, Gigi.
Los dos jóvenes unieron sus labios en un tierno beso que decía lo que no sabían cómo explicar con palabras. Una nueva etapa fue iniciada con ese delicado y tierno beso. Una etapa que disfrutarían mucho los dos jóvenes.
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