ﾟ᩿ ⪩ PAPÁ ALFA ⪨ 𓈒 ˚𝗠𝗜𝗡𝗟𝗜𝗫

02

MinHo había comenzado a besar a su omega, cortos besos en las mejillas que terminaron en largos y apasionados besos entre la pareja.

No supieron en qué momento terminaron en la habitación del menor, ambos recostados en la cama, alfa sobre omega besando ahora su cuello y colando sus manos bajo la camisa de Felix.

Los suspiros y leves jadeos no tardaron en escucharse y cuando MinHo quiso quitar la prenda superior del omega, éste negó y comenzó a reír tiernamente.

MinHo al notar que su pareja claramente no quería acabar de aquella manera, decidió besar su abdomen sobre la tela de su camisa y volvió su cuerpo hacia arriba, sonriendo cuando estuvi frente al rostro del omega.

—Lo siento. —el menor susurró—. ¿Voy muy rápido? ¿Te incomodé?

Felix besó rápidamente los regordetez labios y luego sonrió.

—En realidad antes de dar ese paso yo quisiera pedirte algo.

MinHo asintió y sonrió tímidamente.

—Pídeme lo que quieras, Lixie.

Felix sonrió ante el apodo. Con timidez llevó sus dedos al cabello del hombre arriba suyo y comenzó a jugar con ellos.

—Quisiera que antes de que podamos concretar, tú conozcas a mis cachorros.

MinHo se tensó y Felix al notarlo hizo un puchero involuntario.

—Yo...

—¿No quieres?

MinHo negó y cuando vió que los ojitos del chico debajo suyo se cristalizaron rápidamente se adelantó a aclarar su negación.

—No, Lix no digo que no quiera, sólo, ya sabes, me tomaste por sorpresa y no supe como reaccionar, lo siento si te hice pensar que no quiero conocerlos, en realidad me encantaría por fin ver a esos cinco cachorros de los que tanto me hablas.

—¿En serio?

—Sí, quiero conocerlos y no te voy a negar que estoy nervioso y quizás tenga un poco de miedo pero sí, quiero conocerlos.

—¿Miedo? —Felix rió. —Ellos no muerden, MinHo.

—Son alfas. —susurró mientras escondía su rostro en el cuello del omega y aspiraba el exquisito olor a fresas, café y un toque de chocolate que MinHo ama. —Los alfas somos muy celosos y territoriales.

Felix apretó el agarre en el cabello del alfa y corrió su cabeza a un lado dándole más acceso.

—No soy un territorio. —murmuró.

—Pero eres su omega.

Felix soltó un inevitable gemido al sentir como su alfa mordió levemente aquella zona tan sensible.

—MinHo. —advirtió.

El nombrado salió de su escondite y le sonrió apenado al omega.

—Lo siento. —suspiró. —¿Tienes hambre?, puedo cocinar algo.

Felix asintió y el alfa besó por última vez sus gruesos labios y sin dar más vueltas se puso de pie y caminó hacia la cocina.

Bien, MinHo iba a conocer a los cachorros de su omega, no sabía cuando pero los conocería, eso no podría ser tan malo, ¿verdad?