Me resignare a que estoy maldita, maldita hace un par de años, cuando me hablaron del proyecto centinela.
Después de mi especialización en medicina avanzada, Podía salvarle la vida a cualquier ser. Pero, esas cosas no eran algo, eran todo a lo que le tenemos miedo los humanos.
Mi primer día en la organización centinela fue INCREÍBLE. Había postres y cantidades de entretenimiento que harían feliz hasta a la persona más amargada de esta tierra. Lastimosamente, esa felicidad no duró mucho. Porque, al secundó día me hablaron de eso, yo los llamo "bebés demonio" son 2 gemelos bebés que parecen recién nacidos, pero por lo menos tienen unos 5000 años.
Eran seres atroces, y no los cuidaban, sólo los mantenían en cuarentena, pues serían el fin del mundo.
5 meses después
Cada 5 meses tendremos ese maldito turno de vigilancia en centinela y hoy es mi primer turno. Tendré que ver a esas criaturas que me atormentaron desde que llegué a este lugar.
Me abrieron una puerta hermética todo parece muy limpio, tanto que olvido que los hijos del diablo están en este bunker. Me acerqué a sus contenedores, aterrorizada decidí ver por el cristal. Cambié de opinión sobre ellos, eran los bebés más tiernos que vi en toda mi existencia pero esta ternura no duraría mucho.
Después de verlos un rato sentí un dolor de cabeza inexplicable. Habían voces al rededor y no pude soportar la presión.
El asesinato de centinela 0, así llaman los científicos a la nube de sangre y azufre que se formó en el bunker aquél día. Día en el que noté, que los robots y cyborgs eran lo que menos le debía preocupar a la humanidad.
Lastimosamente, yo estuve en ese lugar y pude ver como la bebé, a la que quiero llamar noche. Mató sin piedad a su hermano gemelo, día.
Eran las 3 de la mañana, y a esa hora tenia que entrar a un bunker con 3 personas y genelos demoníacos, literalmente. Abrí esa puerta hermética que siempre me fascinó, puerta que odiaría en un futuro.
Mi trabajo en ese lugar, era hacer dos cosas cosas. Tomar apuntes del comportamiento de los gemelos junto a las otras 3 personas, y a diferencia de ellos, analizar el cuerpo de los bebés para buscar anomalías.
Yo no sabía lo que me esperaba esa fatidica noche. Después de apuntar, mis compañeros me ordenaron que revisara de cerca la conducta del sujeto 1, o como a mi gusta llamarle, noche. Me acerqué lentamente a su contenedor y procedí a abrirlo, con cautela y precisión, ya que tocarla mientras duerme, siempre termina en tragedias.
En un segundo pasaron muchas cosas, el contenedor rápidamente se incendió y soltaba un olor a azufre, mierda humana y carne podrida. Olores que no eran propios de un bebé, pero sí, de un demonio del mismísimo infierno.
De una manera extraña sentí dolor en mi mano bionica, cosa que era posible pero muy rara. Pero el ataque de la bebé no estaba dirigido para mí, era para su hermano. Ella debía ser la princesa del infierno. Y eso la llenaba de celos. Noche, decidió asesinar a su hermano. Todos intentan convencerme de que fue un accidente, pero ella lo miró con un desprecio que ningún humano podrá imitar. Ella lanzó su mano hasta el contenedor de día. Rompiendo uno de los sistemas de seguridad más avanzados de la galaxia, como papel. Yo fui la única testigo ahí, y sería la única víctima humana si no corría. Noche llenó mi alma de un miedo inexplicable, un miedo sin límites. Lo que más quería era huir de esa bestia atroz que devoró a su hermano por envidia. Eso, venía por mi, ella estaba hambrienta. Corrí por todos los pasillos hasta llegar a la puerta. Pero lo que me perseguía no era una bebé, era un cúmulo de sangre, huesos y carne humana. Sacaba dientes de cualquier parte, garras intentando atraparme. Pero mi recorrido terminó, la puerta estaba a mis espaldas y aquella cosa me estaba viendo. Podía sentir su respiración a un metro de distancia. Sentí que gritaban cosas en idiomas irreconocibles para mi traductor universal. Mi mente estaba opacada por todo ese miedo, todos esos gritos y ese olor, al que le temeré siempre. La mejor decisión que se me ocurrió, fue tumbar la puerta, utilicé la propulsión de mi mano dos veces, la primera, fue para ganar tiempo. Decidí atacar a esa cosa y que retrocedíera unos pasos, escuché, instantáneamente una maldición dirigida a mi nombre. Sin titubear, pero nerviosa. Intenté derribar la puerta con un pulso de choque. Cosa que no sirvió, debía hacerlo nuevamente y escapar. Después de dos intentos y la cara llena de cenizas. La puerta calló y decidí correr, correr hasta el lugar más lejos posible, decidí irme del distrito, sin documentos ni identificación, solo mi maldición, y yo.
Holaa, gracias por leer la historia, hoy traje capitulo nuevo :)
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Errante
Science FictionEn un mundo que se aferra a sus últimas esperanzas de vida, la avaricia, pobreza y corrupción lo calcomen desde adentro. ¿Podrá ivhana sobrevivir a toda esta mierda?