Dulce venganza (Mentiras Disfraza)

9

“Tengo que dejar de pensar que la gente va actuar como yo lo haría.”

Tsia.

-¿Que te paso en la camisa ?-me pregunta Ariana refiriéndose a lo húmedo de mi camisa.

-Nada, que una personas me lanzó el trago encima pero tranquila ya resolví el problema- digo guiñando un ojo.

Todo salió bien con la misión de implantación de las bombas en los autos ahora solo falta que llegue el lunes; nunca pensé que me emocionaría un día lunes pero es emocionante ver cómo se ejecutará mi plan ese día.

Quiero ir al baño, le digo a la chicas que me voy unos minutos voy pasando ente la gente esquivo un codazo en mi bubis y...

Hasta que lo ví entré la gente, se arruinó la noche señoras y señores estaba de espalda con elegancia de niño rico. Al pie de la escalera, estaba Nicolás recostado en la pared con un vaso en su mano estaba fumando, odio el cigarrillo al igual que el los odio a los dos.

-El me debe unas cuantas es momento, de cobrarme cada una de la que me hizo.

Un chico se queja cuando, le quitó el vaso que el usaba me dirijo completamente, decidida hacía ese imbécil; cuando estoy enfrente de el sin pensarlo le hecho la bebida encima.

-¡¿Que haces estás loca?!- me grita.

Creo que no entendió, el mensaje a mi lado hay una chica,
agarró su vaso para repetir el mismo acto.

Estoy decidida, él me detiene agarra, por las muñecas trato de soltarme pero no me deja.

-¡suéltame!-le gruño, si las miradas matarán él ya estuviera bajo tierra.

El me sonrió de la forma estúpida, se acerca más a mi me dice con tono de voz ronca, me susurra algo en mi oído.

-Que pasa, eso es todo lo que tienes.

Apretó el vaso que está en mi mano, cae todo el líquido mojando mi mano.

-Mmm cierto un trago no hace daño.-le digo con una sonrisa, traviesa-Espera

Salgo corriendo a la cocina, algunos me persiguen y busco en los gabinetes.

Bingo.

Veo en la encimera un tazón con macarrones agarro,un poco con mis mano algunos de las personas se ríen y se burlan de mi la idea es lanzarle el tazón a la cara.

El se acerca donde estoy vuelve, a detenerme con sus manotas Ash tiene buenos reflejos.

-Ni te atrevas -me dice con una expresión de molestia en su rostro, con una ceja levantada; nunca estuvimos tan cerca como ahora me tomo, la libertad de ver con mucho atención su rostro, tiene un lunares cerca una boca, cejas gruesa un piercing en la ceja izquierda uno labios gruesos; ojos azules tan oscuros que trasmite esa frialdad me quedo hipnotiza por sus ojos.

Nicolás es guapo, no hay duda de ello pero toda esa belleza desaparece cuando abre su boca.

El sigue esperado mi respuesta.

-Primero me retas y luego no me dejas cumplir mi cometido.

-Lo que haces tiene consecuencias niñita -dice aprieta su agarre, me lastima pero no me quejo.