Capitulo Tres

741 91 16
                                    




Hinata se tomó unos segundos para disfrutar de sus últimas horas de paz. Algo en su interior le decía que después de esa noche nada sería igual.

Mientras disfrutaba de la vista de un hermoso jardín y tomaba unos sorbos de té, repasaba sus apuntes y trataba de no pensar en él. Cada vez era más difícil, en especial porque tenía la responsabilidad de comportarse en medio de tanta gente importante.

-Has estado muy distraída desde que decidiste venir.

-Algo nerviosa.

Shino miro a su esposa y le brindo una sonrisa. Una de esas que van acorde con el momento. Así era el, siempre calmado y comprensivo.

-Te preocupa verlo?

La pregunta fue tan directa que Hinata no tuvo tiempo de reaccionar.

-Perdón?

- Naruto, te preocupa verlo.

(Si, me preocupa demasiado verlo.)

-En absoluto. Me preocupa más tener que actuar inteligente en medio de tantas personas importantes.

-Te conozco Hinata. Llevamos diez años juntos. es suficiente para que una persona conozca a otra. A mí no tienes por qué mentirme.

Mas bien se estaba mintiendo a ella misma. No podía soportar la idea de tener que admitir que le aterraba volverlo a ver.

-Digamos que es incómodo y dejémoslo ahí.

Shino asintió y volvió a sonreír, esta vez su sonrisa no fue tan brillante.

-Después de esta noche tenemos mucho de qué hablar.

Hinata se tensó, pero no se preocupó. Sabía que esta noche no pasaría nada. Shino solía preocuparse por cosas que aún no pasaban y al final solo terminan siendo eso, una preocupación.

-Por qué debo esperar hasta después de esta noche?

-Ya estas algo conmocionada por lo de la cena y el encuentro no deseado, no quiero discutir nada hasta que estés más tranquila.

Hinata asintió, pero una gran intriga creció en su pecho. Shino era un hombre misterioso. Shino era tan claro como el agua. Tenía siempre la misma rutina y solía dejarse llevar. No era un hombre de pelea o acción. Siempre resolvía todo sin alterarse ni un poco. Si él tenía algo de que hablar significaba que algo estaba sucediendo de lo que Hinata no estaba enterada, pero con Shino era muy difícil descifrar.

---

El camino se hacía cada vez más denso y largo. Hinata trataba de respirar con Normalidad, cuando en realidad lo que quería era gritar de desesperación. Necesitaba que aquella noche terminara lo antes posible para que pudiera tomar a sus hijos y esposo y marcharse de aquel lugar para siempre.

Los segundos pasaban cada vez más lentos y Hinata sentía que se asfixiaba en aquel elegante vestido. Era una cena y una gala, así que no le quedo de otra que ataviarse con el primer vestido rojo y elegante que encontró en una tienda cercana. El vestido era bastante sencillo y cómodo, pero era un rojo brillante, con un escote de espalda que le favorecía bastante.

Incluso Shino, que hacía bastante tiempo no la miraba con deseo, bueno para ser sinceros ni siquiera habían hecho el amor en mucho tiempo. La había admirado al momento.

"Ese vestido te hace lucir radiante"

Ese simple cumplido quito mucha de la presión que sentía Hinata por lucir bien.

Su pelo, que había lucido largo por muchos años, ahora estaba parejamente cortado sobre sus hombros, dándole una apariencia elegante y sensual.

El auto se detuvo, y Hinata comenzó a sentir que todo daba vueltas. Había llegado el momento de enfrentarse a su realidad.

Mía Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora