𝑇𝑤𝑒𝑛𝑡𝑦 𝑂𝑛𝑒

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—Voy a matar a Kris.

Heechul levantó la vista de su teléfono y vio a su esposo caminar por su habitación como un león enjaulado.

Heechul dijo con suavidad:

—No es culpa de Kris que JunMyeon haya logrado enamorarse de un rico imbécil y romperse el corazón en el lapso de unos pocos meses.

Siwon lo fulminó con la mirada y se pasó la mano por el pelo.

—Debería haberme dicho inmediatamente cuando se enteró.

Heechul levantó las cejas.

—¿Y qué, hubieras arrastrado a tu hermano a casa? Sé que piensas que es un bebé, pero es un adulto, Siwon.

Siwon lo miró con el ceño fruncido y no dijo nada.

—Además —dijo Heechul—.Kris no podría haber sabido que el tipo sería asesinado.

—Todavía no está muerto —dijo Siwon en un tono que sugería que no estaba completamente feliz por eso—. Aunque bien podría estarlo.

Heechul no preguntó. Sabiendo cuán minucioso era Siwon, probablemente había descubierto todo lo que había que saber sobre la condición de Oh SeHun.

Heechul suspiró.

—Y aquí me preguntaba qué clase de padre serías —dijo—. No debería haberme preguntado. Serás la definición de un padre sobreprotector.

La mirada de Siwon se dirigió a él.

—¿Qué?

Heechul se encogió de hombros.

—Deja de mirarme de esa manera —dijo con su voz más informal—. ¿Crees que no sé que quieres niños?

Siwon lo miró por un momento antes de caminar y arrodillarse frente a él. Tomó las manos de Heechul entre las suyas.

—No se trata solo de lo que quiero, mocoso.

Heechul puso los ojos en blanco. En serio, era como si a veces Siwon olvidara que era un hombre adulto.

—Como si fuera a hacer algo solo porque lo quieres. Me conoces mejor que eso.

Siwon lo miró inquisitivamente.

—¿Realmente lo quieres?

Heechul miró alrededor de la habitación antes de volver su mirada a los ojos grises de Siwon. Se encogió de hombros otra vez.

—No me importaría tener una niña pequeña, supongo. Pero ella tiene que ser muy bonita. No podemos tener una hija fea o crecerá con un montón de problemas de autoestima.

Siwon le lanzó una mirada exasperada, pero estaba sonriendo, por primera vez desde que JunMyeon había regresado a casa. Heechul le devolvió la sonrisa sin poder evitarlo. Siwon se inclinó hacia delante y le dio un beso corto y suave, excepto que de alguna manera terminaron besándose en el suelo, con Heechul a horcajadas sobre el regazo de Siwon. Cuando su beso se convirtió en suaves besos, Heechul puso su cabeza sobre el hombro de Siwon y cerró los ojos, disfrutando el momento de felicidad. Se habían vuelto raros desde que JunMyeon había regresado a casa roto y frágil, la luz en sus ojos había desaparecido.

—Él mejorará —dijo en voz baja.

Los brazos de Siwon se apretaron a su alrededor. Él suspiró.

—Ya ha pasado un mes. ¿Lo has visto sonreír una vez?

—Él sonríe todo el tiempo.

—Sabes a lo que me refiero.

Heechul hizo una pequeña mueca. Como alguien que solía usar sonrisas falsas todos los días, podía reconocer las máscaras de otras personas a una milla de distancia, y la de JunMyeon ni siquiera era una buena.

—Él mejorará. Nadie ha muerto de un corazón roto todavía.

—Eso en realidad no es cierto —dijo Siwon—. Se llama miocardiopatía inducida por el estrés. Puede suceder incluso a personas sanas...

—Oh, por el amor de Dios —dijo Heechul, levantando la cabeza y mirándolo con lo que esperaba que fuera exasperación, pero era probablemente cariño—. No puedes vivir sin decirme lo equivocado que estoy, ¿verdad?

Siwon sonrió y lo besó de nuevo. Enterrando los dedos en el cabello de su esposo, Heechul le devolvió el beso, olvidando todos los pensamientos sobre JunMyeon.



ᴘᴇʀᴠᴇʀsæ | 𝐬𝐞𝐡𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora