Capítulo 5

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Capítulo 5

La ropa del menor dejó de ser estorbo de un momento a otro, dando paso a que sus pieles se toquen de forma directa.

Tener al alto entre sus brazos, sobre su cuerpo, besando su piel con ahínco hasta lo más escondido de su cuerpo era la gloria misma para Baekhyun, quien solo podía dejarse hundir al profundo deseo que sentía por Chanyeol, sin detenerse a pensar en nada más.

Los labios carnosos y rojos del más alto recorrían con destreza la piel suave y tibia de Baekhyun. Su olor a rosas y vainilla era delicioso, sobre todo la piel de su cuello era droga pura para Chanyeol, la cual prometía volver a ser la más perfecta adicción para él. No podía resistirse al menor por nada del mundo.

Los ojos oscuros y profundos de Chanyeol solo podían ver con deseo el cuerpo perfecto de Baekhyun, el cual se encontraba desnudo bajo el suyo, con el pecho subiendo y bajando con prisa al respirar pesado y eso le gustaba al más alto. Amaba saber que era él quien podía poner así al bajito, tan sensible y deseoso a su contacto.

Los jadeos de ambos llenaron pronto la habitación de la sala, haciéndose compas con la fricción de sus cuerpos rozando sus pieles calientes entre sí, entre besos húmedos y apasionados que dejaban claro cuánto se habían hecho falta y lo mucho que se deseaban.

Baekhyun solo pudo clavar sus uñas en la amplia espalda de Chanyeol, la cual se contrajo un poco al momento que impulsó su cadera hacia Baekhyun, ingresando lento en su interior.

Dolía para el menor, a pesar de que Chanyeol entre el deseo que sentía por tomar el cuerpo del menor, se dedicó a prepararlo lo suficiente para no hacerle daño, y aun así, la entrada de Baekhyun era bastante estrecha para el tamaño de Chanyeol, quien al ver las expresiones de dolor del bajito se dedicó a besar sus labios, lento, con suavidad, disfrutando del sabor de los mismos, haciendo estremecer al menor cuando sus manos recorrieron los muslos del mismo y apretaron estos, haciendo gemir al menor en sus labios, lo cual hizo vibrar sus bocas de una manera tan deliciosa que el alto solo pudo gruñir de gusto.

Para Chanyeol estar dentro una vez más de su amado Baekhyun era morir e ir al paraíso. La gloria misma era tocar a Baekhyun que estar tanto tiempo sin moverse era delirante, pero no quería dañarlo. Quería disfrutar cada segundo a su lado, cada beso que se daban y las caricias mutuas que se proporcionan. Y tan sumergido estaban en ello que el tiempo pasó tan rápido que no supo en qué momento ambos comenzaron a moverse al compás, perdiéndose en el placer de sus cuerpos, en cada embiste del cuerpo de Chanyeol contra el delgado y perfecto cuerpo de Baekhyun quien se aferrada al mayor, ante cada estocada que tocaba su punto dulce y temblaba bajo su cuerpo sintiéndose tan pequeño pero protegido entre los brazos del mayor.

Tanto era el placer en ambos que nada más importaba por esa ocasión.

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Al abrir sus ojos Baekhyun se dio cuenta de que estaba en su habitación, desnudo y con un ligero dolor de espalda baja. Tardó algunos segundos antes de recordar todo lo que había pasado, gruñó por ello ocultando su rostro en sus almohadas para ahogar el grito que escapó de su cuerpo. Se sentó en la cama mirando hacia la cuna de su hijo, esta estaba vacía, cosa que le alarmó, pero al escuchar la risa gruesa de Chanyeol y su hijo en la sala le hizo sentir un poco más tranquilo. Se apresuró a ponerse algo de ropa, un bóxer, una pantaloneta a las rodillas y una playera grande para así salir del cuarto viendo a Chanyeol jugar con Chanhee con su muñequitos.

Baekhyun debía de aceptar que Chanyeol y su hijo se veían adorables juntos, ahí jugando como si fuera lo más normal del mundo, un cuadro que siempre veía al despertar y hubiese dado lo que fuera porque sea así, pero eso no era posible.

INTRUSO |ChanBaek|Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora