🌹Capítulo 3🌹

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Junkyu

-Si me disculpas, tengo que ir al baño. -puse morritos y ambos brazos sobre la mesa para después retirarme, Haruto solo mirándome sin entender nada-.

Estaba molesto con él. Me tenía un poco cansado, porque últimamente de lo único que hablaba era de como era un cassanova que hacía que tanto chicas como chicos cayeran rendidos a sus pies. Sé que nunca le he dicho lo que siento, pero, ¿Acaso no se daba cuenta de que me dolía?

Aunque yo solo soy su mejor amigo y no tengo ningún motivo como para ponerme celoso, me irritaba muchísimo que además de contarme sus historias en las que jugaba con alguien cada día, coqueteara con cualquiera frente a mí. Creo que eso era lo peor de todo y ni siquiera sabía porqué lo continuaba haciendo. Ya entendí que todos te desean, pero, ¿podrías dejar de hacerme sentir incómodo? Es como si solo quisiera demostrarme algo para ganar. Haruto siempre ha sido competitivo, la verdad.

Pienso todo esto mientras me lavo en el espejo del baño. Solo quise venir aquí para poder llorar en silencio, después de haber aguantado al presenciar la escenita de la zorra de la del mostrador y la comida gratis. Yo solo quería una especie de cita con Ruto cómo las que me imaginaba que eran, pero él siempre buscaba la forma de cagarla.

Me hacía sentir como cuando sales con tu novio y no deja de mirar a otra chica justo enfrente de tus narices, solo que él no era mi novio y podía hacerlo. Pero igual jodía como el mismo infierno. Harto estaba de que Ruto no se percatara de la forma en la que me siento atraído hacia él, mas yo no podía hacer nada. No iba a declararme, y prefería tenerlo como mi mejor amigo antes que perderlo.

Aparte de Haruto, no tengo a nadie más. Él es todo para mí, no sólo porque ha formado gran parte de los momentos más maravillosos, así como tristes de mi vida, sino porque ha sido alguien al que conozco tan bien, que aunque personas como Airi piensen que estoy loco por enamorarme de un ser tan estúpido como él, que solo busca lastimar, yo lo defiendo, a él y a mi corazón inocente. Que como ha conocido el lado que nadie conoce de Haruto, ese lado cálido y dulce, esa faceta que no muestra al mundo y solo sale a la luz conmigo, continúa amándolo y confiando solo en él, porque teme que los demás chicos lo traten como Haruto trata al resto del mundo.

Porque es suficiente para mí con amarlo solo a él, porque lo conozco y sé que no es malo, pero no sé que esperar de los demás, por eso prefiero mantenerme como estoy ahora.

Mientras lavaba mi rostro y limpiaba con la manga de mi sudadera rosa mis ojos que no paraban de llorar, alcé mi cabeza y en el reflejo del espejo pude divisar a alguien. No se trataba de Haruto, sino de un chico que al parecer había escuchado mis constantes maldiciones hacia este y la estúpida de la camarera, que le había dado su número, y aunque Ruto lo desechó, igual me molestó. Quería quejarme con su jefe.

-¡Oh! No sabía que había alguien más aquí. Lamento que me hayas tenido que oír parloteando y maldiciendo. ¿Desde hace cuánto estás escuchando?

-Lo suficiente como para percatarme que te gusta un imbécil que no te valora. -dijo el chico de cabello castaño mientras se lavaba las manos-.

-Sobre eso... No me gusta, estoy enamorado de él.-dije en baja voz-.

-¿Y él lo sabe?

-No, y no lo sabrá jamás. Nunca se fijaría en alguien como yo. -bajé la cabeza decepcionado-.

-¿Qué tiene alguien como tú? -expresó de brazos cruzados el chico de antes-. Me pareces atractivo, lo suficiente como para pedirte una cita. Mi nombre es So Junghwan, ¿y tú eres...?-me ofreció su mano con una sonrisa-.

El chico me había dejado petrificado y sin habla. Era directo y no sabía qué responderle. No sólo porque había dicho que me encontraba atractivo, sino porque me había pedido una cita.

-Kim Junkyu. -le di la mano y le sonreí-.

-Si no estás listo para tener una cita aún con alguien, ¿qué te parece darme tu número? Y así podemos hablar y conocernos mejor.

Yo estaba algo dudoso, pero él me ofreció su teléfono para que añadiera mi número a sus contactos, y yo no sabía como rechazarlo amablemente. Realmente parecía un buen chico.

Junghwan me había hecho pensar en que aunque tuviera miedo, debería aventurarme a conocer a otras personas, a tener relaciones y sacarme de la cabeza y corazón a Haruto, o al menos intentarlo. Un poco más decidido tomé su teléfono y comencé a teclear mi número, pero alguien me agarró del brazo y me arrebató el teléfono de las manos.

-Lo siento hermano, pero este chico ya está comprometido, búscate otro.

La voz de un Haruto molesto resonó en todo el baño, y yo abrí mis ojos como platos al notar que se trataba de él. Me pegó a su cuerpo posesivo y le lanzó una mirada llena de furia a Junghwan. Me hacía querer creer que estaba celoso, pero por otra parte estaba seguro de que se trataba de alguna razón lógica que yo desconocía aún.

Me jaló fuertemente del brazo sacándome del baño, dejando a Junghwan sorprendido y me zafé de su agarre al salir de la cafetería y estar lo suficientemente lejos.

-¿Y a ti qué te pasa? ¿Tú viste la forma en la que me trataste y como trataste a Junghwan?

-¿A mí qué me importa? Recién acababas de conocer a ese mamarracho y ya le estabas dando tu número. ¿No sabes que no debes darle tu número a desconocidos? No lo conoces para nada princeso, ¿en qué estabas pensando?

Por un lado tenía razón, pero no dejaba de ser grosero.

-¡Igual! ¿Quién te crees que eres para controlarme y decidir a quién le doy mi número y a quién no? ¡Eso no es problema tuyo!

-¡Sí lo es! ¡Tú eres MI princeso!

-¡Yo no soy tuyo nada! No soy un objeto cómo para que me tengas como tu propiedad. Además solo somos mejores amigos. -miré a un lado poniendo morritos molesto-.

-Él no era el indicado para ti.

-¿Qué tú sabes? ¡Siempre haces esto! ¡Quieres controlar con quién salgo y con quién no! ¡Nadie es el indicado para mí! ¿Sabes qué? He tenido suficiente de esto, me voy, quiero dormir.

Vaya... No sabía que podía decirle todo esto, pero entre lo de la chica del mostrador, sus planes para esta noche y el detonante que fue la escena del baño... Simplemente exploté.

Estaba increíblemente molesto ahora sí. Por la forma en la que me trató y a aquel pobre chico también. Ruto siempre era así de posesivo conmigo y yo temía revelarme ante él, pero, ¿por qué él si podía meterse en mi vida y yo no en la suya? Yo no podía impedir que fuera un cassanova, pero él no me dejaba estar con nadie. Nadie era suficiente como para pasar "la prueba".

Ya me había creado demasiadas inseguiridades, tantas como para no atreverme a enamorarme de alguien que no fuera él. Pero quería conocer chicos al menos. Él me sobreprotegía, y aunque al principio lo veía tierno con el tiempo se volvió irritante su constante posesividad conmigo.

Me confundía y no se daba cuenta. Pensaba que aún era un niño, y sé que en su mente siempre seré eso para él.

El hermanito pequeño que debe de cuidar y proteger a toda costa.

Me enamoré de un...¡¿CASANOVA?! ♡Harukyu♡ *TERMINADA* ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora