–Luke, por el amor que le tienes a tu madre y toda tu familia. ¿Podrías poner el huevo en algo lado, no me dejas ver la maldita serie?
El moreno estaba de un lado a otro debido a que estaba discutiendo con su padre otra vez por teléfono. En el medio de la sala.
Steven por otro estaba sentado en una de su sillones favoritos tratando de ver la serie que siempre dan a las diez de la noche.
–Espera un momento, Lucas. –le dijo Luke a su padre para mirar a su mejor amigo– Si no quieres que me cabreé contigo, cállate de una puta vez.
El castaño solo hazlo las manos en forma de rendición. Y siguió descutiendo con su padre.
–No... ¡Ven y chúpamela!... ¡Te lo tengo que decir! Tú eras mi héroe papá, cuando decidiste acostarte con aquella puta chica... Si, si, es una puta, no sabes cuanto mamá sufrió, Erika incluso Bob... Hasta yo pero a ti que mierda te va importar si solo te preocupas por ti mismo y el dinero. El resto es tener sexo y ir de peda... No te me callas ahora, no quiero volver a oír tu maldita voz ni te acerques a mi familia sino te juro que te la vas a ver conmigo, Lucas... No, no tienes derecho a llamarte padre. Tú moriste para mi madre y mis hermanos hace tres años. ¿Me escuchaste? V.E.T.E L.A A M.I.E.R.D.A. –las últimas palabras las deletreo para luego colgar–
Luke se callo en sillón al lado de Steven, agachó la cabeza y se puso las manos en la nuca.
Bob es el hermano menor de Luke y está en último año de primaria.
–¿Estás bien? –pregunto el castaño preocupado por su amigo–
–No lo estoy, Stev. –levantanto la mirada llena de lágrimas miro a su amigo– Él era mi héroe, Stev. –recuesta su cabeza hacia el espaldal del sillón y pone un brazo sobre sus ojos–
Steven coloca su mano derecha en el muslo dándole unas palmadas en esta.
–Lo sé, amigo, lo sé. –le comprendió–
–Pero se fue a atrás de el culo de aquella chica y no le importó lo demás... –su voz masculina comenzó a quebrarse– ...mamá, Erika y Bob estaban destrozados pero me mantuve fuerte frente a ellos... No podía mostrarme débil pero yo estaba roto por completo Steven. –el solo lo escuchaba en silencio, sabía que tenía que desahogarse con alguien, nunca en su vida Luke lo había echo pero no podía más. Llevaba esa carga desde hace tres años cuando pillo a su padre teniendo sexo con la chica en la habitación que era de él y su madre–
«Todo como me había imaginado de él valía una mierda. Ya no era aquel hombre que me enseño a aprender a montar bicicleta, no era el que se disfrazó de princesa cuando Eri se lo había pedido a los 6 años. Que siempre le decía cosas bonitas a mamá haciéndola sonrojar. Él no es el padre que lloro cuando se enteró que volvió a enterarse que sería papá de otro niño. No es él. –las lágrimas no paraban de salir, este se quito el brazo miro a su mejor amigo de la infancia y le pregunta sonriendo tristemente– ¿O sí? ¿De verdad él papá que ví como mi pilar es el mismo que ví revolcándose con otra?
Steven no sabía que responderle no quería hacer sufrir más a su amigo pero como mismo Luke sabe, siempre decía la verdad.
–Si, amigo, es el mismo hombre. –el corazón de Steven se encojio por completo cuando vio a su amigo romperse–
Se echó para delante y seguir llorando desconsoladamente.
–Lo siento, Luke... De verdad lo siento mucho Luke... –el castaño le daba unas palmaditas en las espalda–
El pelinegro se limpio las lágrimas de manera brusca y dijo.
–L-los hombres...no l-lloran... –susurro–
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Las travesuras de Cupido
RandomAnn es una chica que no cree en príncipes ni en los cuentos de hadas que suelen contar cuando eres pequeña. Está en primer año de Universidad y tiene 19 años. Steven es conocido como "El mismo Cupido en persona" ya que según sus amigos puede hacer q...