Lo lamento

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La semana de clases estaba comenzando nuevamente Shinobu estaba feliz y sentía mejor a comparación de la semana pasada, aunque se sentía feliz también tenía en la cabeza una idea que le era molesta, su idea ver a Tomika, no tenía clases el día de hoy con él, pero tampoco quería esperar hasta el miércoles, prefería dejar lo más claro las cosas y seguir adelante.

En la universidad todo marchaba bien para al joven Shinobu, mientras que en la sala de mastros se encontraba Tomioka almorzando, en silencio, mismo que fue interrumpido cuando entro Rengoku, acercándose para charlar con Tomioka a quien pocas veces se le veía en ese salón.

Rengoku: Tomioka, ¡que gusto verte aquí!

Con su sonrisa característica, Rengoku se acercaba al callado profesor de deportes.

Rengoku: ¿Estas bien, estas más callado de lo usual? No te ves muy bien ¿pasa algo malo?

Tomioka, ¿Por qué lo preguntas?

Rengoku: Te lo dije, no te ves bien y estas más callado de lo usual.

Tomioka: No es nada.

Rengoku: Soy maestro sabes, igual que tú y por mi experiencia puedo darme cuenta que mientes.

Tomioka: No entiendo por qué quieres saber.

Rengoku: No somos muy cercanos, yo no te veo como un compañero de trabajo, prefiero pensar que al menos somos camaradas o amigos.

Tomioka: ¿Amigos?

Tomioka nunca había pensado en sus compañeros maestros como amigos, solo los veía como otros maestros sin ninguna otra opinión o acercamiento, no entendía por qué Rengoku siendo de los profesores más queridos en la universidad vería a Tomioka como un amigo, de cierto modo, Rengoku y Sabito se parecía mucho en cuanto a personalidad, ambos con una gran sonrisa y siendo extrovertidos en todo el sentido de la palabra, ahora Tomioka entendía que, el profesor Rengoku al igual que Sabito solo buscaban ayudar a las personas que lo necesitaran, eso era algo característico de Rengoku y Sabito.

Rengoku: ¡Si, amigos! Las personas necesitan de amigos, personas de quien confiar para ayudarse.

Tomioka: No siempre suelo ser un buen amigo.

Rengku: Pero tienes amigos, quiere decir que esas personas estan bien contigo y te aceptan.

Con el descanso por terminar, el profesor Rengoku salió del lugar con su clásica sonrisa preparado para dar su última clase del día.

Tomioka: (Un amigo, he)

Hasta ese momento las palabras del profesor Rengoku habían sido las únicas que le habían dado ánimos, y ahora le agradaba la idea de tener un amigo más.

Tomioka se dirigía a hacia su oficina, casi por llegar pudo ver claramente una pequeña silueta femenina esperándolo fuera de su oficina, Tomioka trago saliva y su corazón comenzó a latir tan rápido, que casi escuchaba sus propios latidos.

Tomioka: ¿Kochou?

Shinobu está fuera de la oficina de Tomioka esperándolo, a diferencia de él, ella tenía un mejor control de sus impulsos y pensamientos, después de todo estaba en la escuela y debía mantener la compostura.

Tomioka con miedo y vergüenza se acercaba hasta la donde se encontraba Shinobo, queriendo hablar, pero era incapaz de formar algún tipo de oración, también pudo notar un cambio diferente en Shinobu, ella no llevaba su broche de mariposa que tanto usaba, dejándola ahora con el cabello suelto, muy atractiva, pero Tomioka tenía suficiente miedo como para poder apreciar mejor la nueva apariencia de la mariposa.

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