Enamorados

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La noche apenas comenzaba para los jóvenes enamorados dispuestos a comenzar una relación formal y sin mentiras por parte de Tomika.

Shinobu: Admito que me hace muy feliz escuchar eso.

Tomioka: Solo quiero que seas feliz.

Shinobu: Para tu buena suerte, esta noche es para nosotros 2.

Tomioka: Si vamos a tener una relación, ¿también de deberíamos tener reglas, acuerdos o algo así? ¿No lo crees?

Shinobu: Suena un poco anticuado, pero es mejor dejar las cosas claras desde un inicio, por ahora que sean solo 3, después pensaremos en reglas que me beneficien.

Tomioka: ¿Y, que hay de mí?

Shinobu: Algo se me ocurrirá.

Tomioka: ¿Cuál será la primera regla?

Shinobu: Nada de mentiras.

Tomioka: Espero que eso sea para ambos.

Shinobu: Claro que sí, ¿acaso crees que yo te mentiría?

Tomioka: ... ¿Cuál es la segunda?

Shinobu: Esa decídela tú.

Tomioka: Lo segundo, será, escuchar al otro, sin importar que haya pasado.

Shinobu: Pensaste muy bien en eso.

Tomioka: Solo quiero que me escuches y más cunando te enojas.

Shionbu: ¿Cuál será la tercera?

Tomioka: Yo propongo mentir.

Esa respuesta no era esperezada por Shinobu que se mostró molesta.

Shinobu: ¿Qué acabas de decir? ¿No escuchaste la primera regla entre nosotros?

Tomioka respondía de manera tranquila a comparación de su acompañante.

Tomioka: Si, lo hice, esa regla aplica para los 2, pero en tal vez la tercera regla deba ser, mentir a los demás por el bien de nuestra relación.

Shinobu: ¿Serías capaz de mentir por mí? Eres consiente que no eres el mejor mentiroso, ¿Lo sabes verdad?

Tomioka: Vale la pena mentir por ti.

Shinobu pensó por unos momentos la tercera propuesta de Tomioka, no le gustaba del todo, pero el hecho de que Tomioka estuviera dispuesto a mentir por una relación con ella ya era un avance.

Shinobu: Esta bien Tomioka, acepto tu propuesta.

Tomioka: (¿Enserio? No me lo esperaba)

Tomioka y Shinobu pasaron gran parte de la noche conociéndose un poco más, aunque fue Shinobu la que en mayoría hablaba y Tomioka se limitaba a escuchar y decir algunas palabras y frases para acompañar la noche, y también llegarón a bailar un poco, donde Shinobu prometió no decir nada sobre que Tomioka sabía bailar muy bien, hablaban, reían y en algunos momentos no decían nada mientras se abrazaban.

Después de algunas horas de pasar tiempo juntos, era hora de dormir, aunque la felicidad que los invadía les impedía tener sueño.

Ambos estaban bajando hasta sus habitaciones tomados de la mano, Tomioka no tenía su usual  y caracteriztico rostro frio e inexpresivo, en su lugar podía verse una ligera sonrisa visible, unos ojos azules muy brillantes que por momentos dejaban de ver el frente y veían a la joven de mechones morados que irradiaba genuina alegría.

El momento de despedirse había llegado, Tomioka quería besar a Shinobu y no negaría que hacer algo así le gustaría, pero prefirió no hacerlo, se le hacía demasiado apresurado para apenas comenzar su relación, en lugar de un beso en los labios se acerco hasta ella y le dio un pequeño beso en la mejilla y le dijo apenas un par de palabras.

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