Un Amor En El Tiempo

Idiota Desmayado

James Potter caminaba sigilosamente por el patio mientras seguía a Severus Snape, el cual no despegaba la vista de su libro, el de cabello azabache, luego de salir de clase de transformaciones, al ver que estaba solo y sin nada que hacer, su amigo Sirius estaba castigado, Remus en la biblioteca haciendo unos deberes y Peter, no sabía exactamente dónde estaba pero eso no era extraño en el chico últimamente, luego le preguntaría qué le pasaba, al ver que no tenía que hacer, se le ocurrió hacer lo que mejor hace, molestar a Severus Snape.

La broma era sencilla y muy fácil de evitar, estaba aburrido y no lo había pensado mucho, para su suerte el pelinegro parecía tan concentrado en su libro que ni se daba cuenta de lo que estaba por suceder.

Justo cuando estaba cuando estaba por poner en marcha su plan, un vórtice se abrió, la magia se sentía en el aire, esto no podía ser nada bueno.

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Severus Snape caminaba por los pasillos que llevaban al patio del colegio, iba con un libro en sus manos pero no podía pasar del mismo párrafo, leía las mismas palabras una y otra vez mientras sus pensamientos volaban hacia otra parte, una persona en particular, Lily Evans, habían tenido otra pelea, otro fallido intento de que lo perdonará por llamarle sangre sucia hacia un tiempo.

El no había querido hacerlo, estaba enojado, el idiota Potter y su séquito lo habían estado molestando ese día, el estaba celoso, todo el colegio creía que el estaba enamorado de ella, la amaba, claro que sí, como no querer a la persona que te ayudo en tus momentos más oscuros.

Su madre era una Prince, un linaje de sangre puras muy respetado pero al borde de la extinción, linaje del que fue expulsada al enamorarse y casarse con un muggle.

Lo que ella no esperaba era que su marido, el hombre del que se había enamorado, por el que dejó toda su familia atrás, no era más que un borracho que la maltrataría a ella y a su hijo, ambos sufrieron golpes toda su vida con ese hombre, un día luego de que su padre los golpeara, llevo a su madre a la cama para que descansará, ella siempre intentaba tomar la mayor parte de los golpes y era la que salía más lastimada.

Decidió salir al parque que había cerca de su casa, todavía estaba golpeado pero se había acostumbrado a ello por lo que no le importo.

Allí la conoció, ella le ayudó a curar su heridas, no solo ese día, siempre que le veía algún golpe le ayudaba, ella era la única persona que sabía lo que su madre y el sufrían, cuando supieron que irían juntos a Hogwarts fue un alivio para ambos, no querían separarse, siempre habían estado el uno para el otro en todo momento.

Ya en Hogwarts decidieron empezar una relación, pero vieron que su amor era solo de hermanos, ambos habían sufrido, el por su padre, y ella por la envidia de su hermana, se prometió que no dejaría que la dañaran, ya había fallado al no poder proteger a su madre, no lo haría otra vez.

Por eso siempre pensaban que el estaba detrás de ella, en cierto modo si, pero solo para alejar a los idiotas como James Potter de ella.

Tan centrado en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta que había llegado al patio, tampoco noto al chico que se acercaba peligrosamente por atrás para hacerle una broma, solo se desconectó de sus pensamientos cuando sintió un cambio en el aire.

Un gran vórtice se habría frente al árbol, no había nadie allí, todos estaban en la biblioteca haciendo tareas a último minuto o estudiando.

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Dos chicos cayeron del vórtice, justo a los pies de árbol.

Solo cuando ambos se acercaron a ver qué había pasado, Severus se dió cuenta de la presencia del otro, lo miro extrañado por no haberlo notado, pero recordó como se había perdido en sus pensamientos y decidió dejarlo para después.

No dieron un paso cuando el chico se levantó y ayudo a la chica a hacer lo mismo, ambos estaban llenos de polvo y escombros, lo que no dejaba verlos bien, una vez estuvieron levantados, estos empezaron a discutir, parecía que la chica estaba regañando al chico, hasta que esté se dió cuenta de su presencia, pálido, llamo la atención de su amiga, quien también palideció al reconocerlo.

Al verlos bien ambos chicos quedaron petrificados, más James al notar que el chico, de más o menos su edad, era una copia exacta de el, solo que sus ojos eran verdes, un verde que se le hacía extrañamente familiar, pero en lo demás eran iguales.

Severus al ver al chico tuvo miles de pensamientos, tenía un rostro delgado, pelo negro y ojos verdes brillantes. Usaba anteojos redondos. ¡Era una jodida copia de James Potter!. Pero un pensamiento era el que más rondaba su cabeza.

No tenías suficiente con uno, tenías que mandarme a otro igual.

De verdad, el universo o Merlín tenían algo contra el.

Pero lo que más desconcierto causo en los presentes, fueron las palabras que ambos pronunciaron.

"¿Papá?", "¿Profesor Snape?", Hablaron ambos al mismo tiempo.

Lo siguiente que pasó fue que James Potter cayó desmayado.

"Genial", pensó, "el idiota se desmayó"