Los Cuatrillizos Jeon [Os.]

Historia Principal

Título: Los Engendros del Mal.

-Verán, yo era una hermosa mujer soltera, la más codiciada de toda Corea- La señora Jeon se señaló a sí misma con una sonrisa altanera- Hasta que llegó esta rata y lo arruinó- Su cara cambió repentinamente a de irritación fingida al señalar a su esposo- ¡Robó mí reputación de mariposa que volaba de flor en flor!- Alzó los brazos en señal de pérdida y abrió los ojos exageradamente haciendo reír a los presentes.

-¿Mariposa que volaba de flor en flor?- Se atrevió a preguntar Taehyung secándose las lágrimas de risa, automáticamente recibió una mirada de su novio que le advertía lo que se venía.

-Mí lindo, volaba de cama en cama, de hombre en hombre y de mujer en mujer- Respondió con aires de diva la única mujer presente- Nunca repetía más de tres polvos con la misma persona, pero este hijo de puta sabe cómo moverla y me permití hacer una excepción- Nuevamente hablaba señalando a su pobre esposo, había que aguantar a semejante mujer- Ya ven cómo terminó la excepción- Esta vez señaló a sus hijos con cara de "hay personas estúpidas y después estoy yo".

Seokjin, Jimin, Taehyung y Yoongi no daban más de la risa, y eso que recién empezaban, el Señor Jeon tenía una sonrisa divertida la cual demostraba lo estúpidamente enamorado que estaba de su esposa y los cuatro hermanos se estaban replanteando si darse en auto-adopción para buscar una familia normal.

Pero el solo hecho de ser cuatrillizos no era lo más normal del mundo.

-Salimos por un tiempo, de hecho nuestras "salidas"- Hizo varias comillas con sus manos- Eran el escapar de la empresa para subirnos a un transporte cualquiera y perdernos por Corea, también solíamos quedarnos en mí departamento a jugar videojuegos, mirar series o comer fideos- La últimas dos palabras las dijo con malicia y perversidad mientras subía y bajaba sus cejas en simultaneo, dando a entender que lo único que hacía no era comer fideos.

-¡Mamá!- Gritaron los cuatrillizos sin poder creer que estaban escuchando aquellas cosas.

-Ustedes callados que ya les han metido o han metido un pene en algún agujero, no son unos angelitos- Los señaló con una ceja levantada- A mí no me engañan, lo han hecho más de una vez debajo de este techo, recuerden que al final del día me toca a mí lavar sus sábanas-

El señor Jeon soltó un gran risotada ante la cara de los demás presentes, él sabía tantas cosas como su esposa ya que ella le contaba todo lo que aprendía durante el día, así esté enojada o de un humor de perros. Eso nunca cambiaría entre ambos.

-Eso es tan solo un cuarto de lo que sé, no hace falta negarlo. Es normal, muchachos- Le restó importancia la bella mujer al ver las caras de vergüenza de los presentes- La mañana luego de la noche que decidimos crearlos, tuve que esconderlo en un armario para que su amigo no lo mate- Varios de los presentes rieron ante la imagen de la pareja a su edad intentando salvarse del regaño de su vida.

-Cuando por fin logré salir del armario, ella gritó- Carraspeó el Señor Jeon antes de empezar a imitar a su esposa- '¡Uh, Jeon! ¡No sabía que bateabas para ese lado, me hubieras dicho antes e intercambiábamos los roles! Mira que tengo un arnés por si acaso'- Las carcajadas inundaron la rústica sala de estar al imaginar la absurda situación.

-¿Qué? Ese tipo de ahí era la cosa más tímida que conocí en mí vida, le daba vergüenza hasta respirar, que haya salido del closet significaba un gran acto de valentía y confianza- Se excusó la mujer- Al final nunca me dijo ¿Eras pasivo o activo?- Se dirigió a su esposo, el cual tomó uno de los almohadones del sillón y se lo aventó a la cara- Bueno bueno, que mojigato- A continuación lo insulto con una muy espléndidamente madura sacada de lengua, la cual fue respondida de la misma manera.