Mi amiga

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Un día como cualquier otro llegue de la escuela, comí, me duche y comencé a jugar con mis muñecas.
Mientras jugaba vi que una barbie giró su cabeza hacía el espejo de mi closet, yo un poco sorprendida fui al cuarto de mi abuela y le dije lo que había pasado. Como cosa rara no me creyó, me dijo que quizás fui yo misma.
Volví a mis muñecas y en eso escuche la puerta del closet abrirse, fui a ver que pasaba y ahí había sangre. No pensé nada espeluznante, en eso se apaga la luz, pegue un grito, creo que mi abuela no me escuchó, traté de correr pero sentí que alguien me jalaba.
Trague saliva y voltee a ver quien era. Era una niña.
—¿Quien eres?—Le pregunté, sus ojos estaban negros y con una sonrisa escalofriante me vio.
—Tu amiga—Dijo.
—¿Mi amiga?—Pregunté un poco confundida y asustada—Yo no tengo amigas.
—Yo soy tu amiga y quiero jugar contigo—Dijo con una voz un poco chillona.
—Oh, al fin tengo una amiga, una de verdad—Tan solo tenía 7 años no tenia gran mente para analizar lo que ella era.
—Tienes que obedecerme, juguemos con tus muñecas, amiga.— Dijo, con su voz chillona.
—Si, esta bien, juguemos—Dije, aceptando.
Después de todo el día jugando con mi nueva amiga, se hicieron las 8 de la noche y llegaron mis padres, corrí abrazarlos y ya les quería contar sobre mi nueva amiga, en eso ella apareció atrás de mis padres y me dijo
—No le hables a tus padres sobre mi—Dijo, solo lo escuché yo.
Era como si nos contactaramos telepáticamente.
—¿Por que? Quiero que te conozcan—Dije confundida.
*mi madre interrumpe*
—Hija ¿Que pasa? —Pregunto mi madre.
—No, obedece amiga— Dijo con esa voz chillona.
Frunci el ceño pero acepte, estuve hablando con mis padres sobre mi ida a la escuela hasta que me dio sueño y me acosté en mi cama cuna.

Flash back.
Oye amiga juguemos, no duermas, quiero seguir jugando contigo—Dijo ella en mi sueños.
—Ya es hora de dormir, tengo sueño jugamos mañana—Le dije bostezando.
No sabia donde estaba, era un lugar muy escalofriante..
—Juguemos— Escuche esa voz chillona detrás de mi.
—Amiga te dije que mañana jugamos, tengo sueño y mañana voy a la escuela—Le dije.
Comencé a sentir que me faltaba aire, me fui cayendo poco a poco, mis ojos se cerraban lo último que pude visualizar fue a mi amiga acariciando una cuchilla llena de sangre.
Fin de flash back.

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