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«No trates de forzar tu suerte, apártate de mi camino. »  –Back In Black.

El volumen de la música está hasta el tope, Louis odia eso, no le deja planear sus asuntos de manera ordenada, necesitaba tranquilidad, pero las víctimas más fáciles de encontrar están en ese bar, las que no sospechan nada porque están sumamente desesperadas por tener la atención de un pene.

Bueno, piensa Louis mientras bebe un poco de lo que sea que esté en ese vaso transparente, yo tengo pene, vengan a mí, porque puede que esté un tanto deseoso de ver sangre, pero no voy a rogarle nadie.

La masa de gente se encuentra esparcida entre la pista de baile, las esquinas (a punto de follar, por si querías saberlo), y en la barra. Está bien, hay un montón de chicos y chicas, posiblemente nadie nunca podría extrañar a una de esas personas, al final del día son eso, sólo uno más del montón.

Revisa el reloj que está su muñeca, 2:46 am, si alguien no se le acerca en los próximos minutos tendrá que salir a la calle y matar a cualquier vagabundo que se encuentre, y no quiere eso, porque no disfruta mucho aquello de matar gente de forma rápida.

Él necesita que le rueguen que los deje vivir.

Él necesita ver el miedo que causa a su víctima.

Él necesita ver lo patéticas que se ven rezando cuando saben lo que está por suceder.

Él necesita burlarse de ellas.

Él necesita sentir el jodido poder.

Él necesita jugar a ser su dios... o su satán, como quieran verlo.

—Hey. —se da cuenta de la presencia de una pelirroja a su lado.

La chica tiene el cabello hasta los hombros, o hasta más corto, es rojo y está despeinado. Sus labios están perdiendo el color del labial, seguramente porque no lo ha retocado (bueno, tampoco es como si debiera hacerlo, a Louis no le gusta mucho el hecho de que usen labial). De sus ojos, los cuales son grises, se comienzan a formar ojeras.

La chica está ebria, pero tan rápido como intente asfixiarla, se pondrá 100% sobria.

—Hola. —bien, hagamos aparición de la máscara de sensatez.

Louis es un chico normal. Odia todo, incluyéndose a sí mismo. No puede ver a las personas como... eso, personas, las ve como algo de lo cual es fácil deshacerse. Y realmente lo es. Podría considerarse un Antisocial o qué sé yo, simplemente le enferma el contacto humano cuando no se trata de matar.

Sin embargo, si quiere llevar acabo sus enfermos y, tétricos pensamientos, como lo es el asesinar a alguien, primero debe de hacer que esa persona no se sienta intimidada ante él, porque entonces no se le acercarán, debe de lucir amigable, divertido, amable, y todas esas mierdas que, siendo sinceros, le repudian. A aquello se le llama máscara de sensatez, es lo que le ayuda a poder mezclarse entre todas las personas, sin que ninguna piense «¡Mierda, ese chico luce como alguien quien a matado a más de 5 personas! ¡Todos alejados de él!»

—Me llamo Andrea, —menciona ella con una sonrisa, puede estar ebria, pero habla sin arrastrar las palabras —la verdad es que te he visto desde que llegué... ¿Tú cómo te llamas?

—Me llamo Will. —contesta Louis —¿Ah, sí?

—Sí... eres muy guapo, en realidad.

Dime algo que no sepa, Louis se tiene que morder la lengua para no soltar aquella frase.

—Gracias. Aunque, si vamos a hablar de belleza, definitivamente tú saldrías ganando. —le halaga, bebe de su bebida y se la termina, cuando nota que la chica está sonrojada y mordiendo su labio, piensa que tal vez es hora de actuar.

So violento, so macabro | larry stylinson |CANCELADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora