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-¿Entonces sí vas a ir? -pregunta Rodrigo en cuanto ve a Harry ponerse una chaqueta. El rizado saca su celular y ve su reflejo, comprobando que se vea bien.

-Sí, es sábado. -responde con un enogimiento de hombros.

-Pero se supone que mañana te mudarás conmigo...

-Y lo haré. De cualquier forma, mis pertenencias ya están allá, aquí sólo tengo estos muebles y otras cosas que mañana serán transladadas allá. -guarda su celular y busca su billetera en el sillón donde se encuentra su amigo, cuando la encuentra la mete a su bolsillo y le sonríe a Ro, quien hace una mueca.

-De acuerdo, mierda. -se levanta del sillón y alborota el cabello largo de Harry, quien le da un golpe en su mano para evitar que siga -Me voy, entonces.

-Ok. -ambos caminan hacia la entrada.

-No tomes mucho, porque eres insoportable cuando tienes resaca.

-Bueno, tú eres insoportable de cualquier forma y no te ando reclamando.

-Púdrete, Styles. -murmura Rodrigo tratando de lucir enfadado, pero termina por soltar una risita.

Harry cierra la puerta detrás de él y se dirige a su coche, piensa que quizás Rodrigo necesite alguien que lo lleve a casa, pero enfrente de la casa está otro coche de color rojo, el cual es el de Ro, así que entonces debe irse directo al pub.

-Adiós, nena. -le dice Harry con un guiño, Rodrigo sólo le muestra el dedo de enmedio.

• • •

A penas entra al pub se maldice un poco por haber llevado chaqueta, está tan caliente ahí dentro que bien podría estar desnudo.

Se abre paso entre todas las personas que mueven sus cuerpos al ritmo de una canción que él no conoce, pero tiene un ritmo pegadizo. La mayoría de las personas tienen alguna lata de cerveza o un vaso transparente con licor en él, algunas bailan lento, otras como si estuvieran convulcionando y otras más parecen estar a punto de fornicar en la pista.

Harry hace una mueca de disgusto y continúa con su trayecto hacia la barra.

Necesita un poco de diversión, además de que venir a este mismo pub ha sido una especie de tradición entre él y Rodrigo, pero últimamente Rodrigo ha estado más que ocupado estudiando para algunos exámenes. Y se supone que Harry debería de estar estudiando también, pero ya sabes lo que dicen, tú sólo vives una vez.

Patética excusa, pero qué se le va a hacer.

Como sea, lo único que el rizado necesita es pasar una noche con la música llenando sus oídos, el alcohol entrando a su organismo, y quién sabe, quizás conseguir a alguien que también entre en él, a pesar de que esto último lo haga parecer como una zorra, es sólo que de alguna forma lo necesita, desde hace tiempo que no tiene sexo, y Harry no es de esos chicos que van por la vida buscando un polvo de sólo una noche, pero si se presenta la oportunidad tampoco la va a rechazar.

Cuando llega a la barra se asegura de pedir una bebida que sea fuerte, pero no taaan fuerte, quiere mantenerse sobrio durante un buen rato, hasta que encuentre a alguien con quien pasar el rato.

Bebe el alcohol que contiene el vaso transparente y su garganta arde un poco cuando lo pasa. Cierra sus ojos y hace una mueca. Se queda unos segundos así hasta que la canción que antes estaba sonando cambia.

Apoya su mentón en su mano y se dedica a jugar con el vaso, silbando el ritmo de la canción, su vista viaja a través de los individuos en la barra, la mayoría de ellos están en pareja, platicando, riendo o casi chupando la cara de sus acompañantes. Harry casi ríe.

Y su sonrisa se aleja lentamente cuando sus ojos caen en alguien que... puta madre.

Sí, puta madre, esa frase describe exactamente la situación.

Hay un tipo en el extremo de la barra, bebiendo cualquier cosa que contenga su vaso, y sus ojos están recorriendo la pista u otros rincones, su rostro está serio y es casi como si estuviera sólo perdido en su mente.

¿Debería o no acercarme a él?, se cuestiona Harry aún sin despegar la vista del tipo. Se muerde el labio.

Lo único que Harry puede apreciar es el perfil de el otro, y es hermoso, en realidad. Puede notar su cabello castaño un tanto largo, su nariz fina, sus labios delgados, sus pómulos marcados... si es hermoso solamente de perfil, de frente y a distancia más corta debe de ser un maldito dios.

Y se queda tan embobado ante la belleza que sus ojos tienen el honor de presenciar que no se da cuenta de que los ojos azules de el otro ya se encuentran mirándolo de la misma forma en la que Harry lo hace.

Y cuando sus ojos conectan, eso es todo.

El azul conoce al verde.

La hiedra se junta con el mar.

Harry se convierte en el cordero al que la bestia desea devorar.

Louis pasa saliva pesadamente, el chico rizado ha apartado su mirada y parece hacer cualquier cosa con tal de evitar la suya.

No se suponía que hoy iba a matar a alguien, porque él se encontraba en aquel pub sólo para pasar el rato, pero ve al chico rizado y no puede evitar pensar en qué tan hermoso sería escucharlo rogar por su vida.

Es casi como si el mismísimo Jesucristo le hubiera adelantado su regalo de navidad. (Aunque, ¿por qué Jesús habría de darle un regalo de navidad? Meh. )

Su cuerpo casi tembló cuando se dio cuenta de que el chico ese lo estaba mirando. Porque, maldita sea, es precioso. No, no es guapo. Es precioso.

Porque en está luciendo como una especie de chico malo, con una playera de The Ramones y pantalones rotos, e incluso lleva el cabello largo, pero a pesar de su estilo, es como si tuviera tatuado en su frente la palabra «pureza».

Y, oh, todos sabemos que el sadismo no se lleva con la pureza.

Louis termina por perder su mierda, no puede estar tranquilo cuando puede tomar a ese chico, cuando puede pasar una noche con él... porque sí, solamente va a ser una noche, ya que al amanecer o incluso antes, el chico dejará de existir.

Así son las cosas.

Esas son las reglas.

Bebe su último sorbo de alcohol y se se arregla su atuendo, la noche se hizo para divertirse y eso mismo es lo que va a hacer.

Camina a pasos lentos y decididos a donde se encuentra el chico de cabello largo, realmente no tiene mucha prisa. Mete sus manos a los bolsillos de su pantalón y una media sonrisa termina apareciendo en su rostro. No despega en ningún momento su vista del cuerpo del otro, se ve que es alto, quizás un poco más alto que él, observa con cierta curiosidad la forma en la que juega con sus manos en su regazo y mantiene la mirada justo ahí, ni siquiera repara en la presencia de Louis.

No hasta que habla.

-¡Hola! -pronuncia Louis en un tono de voz alto sobre la música, para que el rizado pueda escucharlo. Nota perfectamente la forma en la que su cuerpo se tensa al escuchar su voz y tarda unos 3 segundos en subir su vista y volver a conectar sus miradas.

Louis tiene una sonrisa en su rostro, casi dejando ver las arrugas en sus ojos... casi, y Harry encuentra eso adorable.

Harry siente unas jodidas ganas de pararse y salir corriendo, porque no cree poder formular un saludo decente para el tipo frente a él, porque lo que haces cuando estás frente al hombre más atractivo, caliente y follable que has visto en mucho tiempo, es sólo tartamudear y supirar y parecer idiota.

Pero se traga sus miedos, al final de todo, vino a buscar a alguien con quien tener un buen polvo, y si este jodidamente-sexy-caliente-hermoso chico se acercó debe aprovechar.

¿No?

-Hey...

Oh, pobre Harry, es como si ya le estuvieras entregando tu alma al diablo.

Oops.

So violento, so macabro | larry stylinson |CANCELADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora