Donde Taehyun ignora a Beomgyu y él quiere descubrir el porqué.
-Soy de piscis, es mi deber exagerar todo.
-Entonces está en mi naturaleza acuariana ignorarte.
[Only fluff]
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—¡Hyung, eres un tonto!
Beomgyu dejó de correr y giró a ver al menor, Taehyun estaba mojado, tenía su brazos cruzados, un puchero en sus labios y su ceño estaba tan fruncido que al mayor le preocupó que a este le quedaran arrugas con tan solo seis añitos.
Sonrió antes de correr hacia donde él se encontraba y lo cargó, Taehyun rio antes de recordar su enojo y comenzó a darle golpes con sus manitas.
—¡Bajame, hyung tonto!
—¡Ya! Deja de golpearme o no lo haré— advirtió y sonrió al ver que el menor lo obedecía —¿Por qué te enojas? ¿Fue por qué te tire al lago?
Entonces Taehyun recordó lo sucedido y volvió a golpearlo, el mayor solo podía llorar por la "golpiza" que recibía.
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Las cosas parecían voltearse, ahora era Taehyun quien corría de Beomgyu.
Los padres de ambos niños sonrían enternecidos ante la escena, era el cumpleaños número nueve de Taehyun y los Choi le habían llevado un pastel por petición de Beomgyu.
Tan pronto como sacaron el pastel de su empaque, el menor llevó un poco de betún al rostro del mayor para después correr al ver que Beomgyu también tenía intenciones de manchar su rostro.
—¡Ya, Beomgyu‐Hyung!— gritó el menor entre risas desde el jardín —¡Lo siento!
El mayor lo tenía abrazado desde el césped mientras pasaba sus dedos llenos de betún por su rostro y cuello, provocándole cosquillas.
—Tienes que decir que soy el mejor hyung— sonrió —Y también tu favorito.
—Eres mi único hyung, obviamente vas a ser mi hyung favorito— rio, con algo de esfuerzo logró girarse y así quedar cara a cara con el mayor —Mi Beomgyu‐Hyung es el mejor hyung de todo el mundo.
El mayor sintió sus mejillas calentarse por lo que oculto su rostro en el cuello del menor.
—Eres mi dongsaeng favorito, Taehyunnie— dijo separándose a la vez que se sentaba haciendo que el menor quedará sentado en su regazo.
Beomgyu describiría lo siguiente como lo mejor que le paso en su vida.
Taehyun le mostraba una sonrisa tan grande que era acompañada por un hermoso sonrojo, y antes de salir corriendo de regreso a la casa, dejó un beso en su nariz.
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Parecían estar siempre corriendo, uno detrás del otro, intentando huir del otro entre risas y amenazas inocentes que siempre terminaban en una guerra de cosquillas.
Aunque en este caso, ambos corrían uno al lado del otro.
Habían asistido a la feria ese fin de semana, pasaron su día de juego en juego, entre risas, caricias y pequeños besos por parte del menor que causaban un lindo carmesí en las mejillas del mayor.
—¡Hyung!— habló con la boca llena, Beomgyu se acercó, rodeó su cintura con su brazo izquierdo y con su otro brazo pasó una servilleta por sus labios cuidadosamente al notar el betún del muffin en ellos —¡Vayamos a ese juego!
El mayor giró a ver hacia donde el pelirrojo apuntaba —¿Quieres que ganemos un peluche?
—Quiero el oso y la ardilla— dijo antes de comenzar a caminar hacia el puesto de tiro, sin importarle que el pelinegro lo siguiera.
Después de varios turnos donde perdían y el dueño parecía estar feliz de tener clientes tan tercos, Taehyun tomó al mayor y lo alejo.
—Estás perdiendo tu dinero, mejor vamos a otro juego— sonrió.
El pelinegro negó —Voy a ganar esos peluches— se acercaron nuevamente, recibieron una sonrisa que hizo gruñir al menor —¿Cuánto por el peluche del oso y el de la ardilla?
—Lo siento, tiene que ganarlos— respondió con una sonrisa juguetona.
Beomgyu tomó la muñeca del pelirrojo y volvieron a alejarse del establecimiento —Cuando yo te diga, corres, ¿Está bien?— Taehyun asintió confundido.
El mayor se acercó nuevamente al establecimiento, pidió otro turno y cuando el dueño se dio la vuelta, Beomgyu tomó ambos peluches para después tomar la muñeca de Taehyun y gritar "corre".
Ahora ambos corrían como si su vida dependiera de ello mientras que el dueño les gritaba groserías.
Llegaron al parque, Taehyun estiró al mayor detrás de un arbusto, después de estabilizar sus respiraciones se voltearon a ver y rieron.
—Hyung, eres un tonto.
Beomgyu sonrió, acaricio sus cabellos rojizos y después mostró los peluches —Tu tonto hyung consiguió tus peluches.
El menor mostró su sonrisa antes de lanzarse a los brazos del mayor —¡Gracias, Beomgyu‐Hyung!
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