"¿Soy agradable de ver?"
"Sí, Jungkook, eres muy agradable de ver."
❝ Él me hace sentir ❞
A pedido de su madre, Taehyung intentará cambiar la triste y aburrida vida de Jungkook, pero Jungkook parecía ser muy difícil de tratar.
"Déjame ayudarte, sos...
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1/2 Jungkook.
Jungkook sonrió poquito, las comisuras de sus labios levantándose a penas y aún con los ojos cerrados, cuando oyó la llamada colgarse.
"Diosa, al fin." Susurró para sí mismo mientras se enderezaba dejando su espalda recostada contra el respaldo de la cama. "Creí que este tonto nunca terminaría de hablar."
Cuando notó que Taehyung no tenía intención alguna de parar de hablar, no le quedó otra que hacerse el dormido, fingiendo pequeños ronquidos pero los suficientemente fuertes para que Kim lo escuchara.
Durante toda la llamada, mayor parte del tiempo, Tae hablaba y Jungkook respondía con simples palabras de no más de cuatro letras, como: "Ah, okay, mhm, sí, no."
Es que, agh, ese chico hablaba, hablaba y hablaba ¡Parecía nunca cansarse! Al principio Jungkook creyó que podía soportarlo, ya que el tema principal era RM y a Jungkook le gustaba hablar sobre su 'esposo' pero, no con Kim. Y en el momento en el que Taehyung cambió de tema y empezó a contarle sobre que cuando iba en primer grado, se metió un crayón rosa en la nariz y tuvo los mocos de color rosa por una semana, Jungkook llegó a su límite.
No le quedó otra más que fingir haberse quedo dormido para que de una vez por toda Taehyung cortara.
Y posiblemente, tal vez, se estaba comportando como un hijo de puta, pero bueno, él tenía sus razones.
Estiró su cuello de lado a lado, escuchando el sonido de sus huesos tronar. Tomó otra vez su libro, decidido a retomar su lectura, no sin antes agarrar su calentita frazada y rodear su cuerpo con esta, suspirando aliviado cuando entró en calor.
Estaba metido en su propio mundo, concentrado –o bueno, tratando de estarlo– en lo que su libro narraba párrafo a párrafo, intentando, en serio, de pensar solo en eso y darle su completa atención solo a eso, pero...
Carajo, ese molesto, insoportable sentimiento en su corazón no lo dejaba tranquilo.
"KookieKookie... Yo- yo solo quiero que seas normal..."
Ah, su madre podía ser algo mala a veces.
Normal. Él jamás podría ser normal. Se lo habían dicho muchas veces y finalmente lo había aceptado.
Llevó su dedo pulgar a la boca, comenzando a morder la uña de este una y otra vez, a veces hasta mordiendo la piel que la rodeaba. De repente sintió sus ojos picar, no sabía si era por el dolor que le causó oír esas palabras de su madre –aunque ya estaba acostumbrado a oírlas siempre– o porque su dedo había comenzado a sangrar.
Que molesto.
Soltó rapidamente su libro, dejándolo a un costado para que no lo manchase con la sangre que caía por su dedo. Pasó su mano izquierda por su cabello enredado, peinándolo hacia atrás cuando sintió unos molestos mechones pegarse a su frente. Inhaló por la nariz y exhaló por la boca grandes cantidades de aire, intentando calmarse y quitando bruscamente la frazada que no cubría cuando comenzó a sentirse ahogado. Diosa ¿Por qué de repente hacía tanto calor?
