your eyes tell ; kth&jjk

sei.

Al pasar los días el frío se hacía cada vez más fuerte, la ciudad estaba pintada de blanco gracias a los infinitos copos de nieve que caían, pero Jungkook sabía como afrontarlo.

Tres sabanas gruesas y calientitas rodeando su cuerpecito, una taza de té, un buen libro y la compañía de Taehyung, quien también tenía tres sabanas sobre él.

"Entonces... tu y Hoseok fueron a una fiesta juntos."

"Ajahm." asintió.

Carajo.

"Y se besaron."

"Sí."

Ugh.

Y por alguna razón, Jungkook se removió incómodo en su lugar.

"Ah."

"P-Pero no somos novios ni nada de eso."

Y por alguna razón, Taehyung sintió que debía aclarar aquello.

Jungkook suspiró, sintiendo el humo calientito que salía de su taza golpear contra su rostro, de cierta forma haciendo el frío más soportable. Dirigió sus ojos a donde provenía la voz de Taehyung, quien se encontraba sentado en una silla al lado de la cama del de ojos grisáceos.

"¿Te puedo preguntar algo?"

Taehyung no miró a Jungkook cuando este le habló, solo mantuvo sus ojos mirando a través de la ventana, observando el cielo negro y las escasas estrellas que lo adornaban, la Luna siendo la que más resaltaba en aquella oscuridad.

Bonita.

No sabía el qué momento, pero las llamadas habían quedado de lado y se había hecho costumbre entrar por la ventana de Jungkook a altas horas de la noche y hablar con él hasta que este durmiera. Algunas veces simplemente se iba luego de que Jungkook cayera en los brazos de Morfeo, y otras en donde dormía en el piso al lado de la cama de Jungkook junto a un montón de sábanas que el de ojos grisáceos le daba.

La noche era su momento especial.

"Adelante." dijo, moviéndose sobre la silla buscando una posición más cómoda cuando su espalda comenzó a doler, dejando su espalda apoyada contra el respaldo de esta.

Jungkook bajó sus ojos hacia la taza entre sus manos, sintiéndose nervioso y tímido, no queriendo mantener sus ojos sobre Tae.

"¿Hoseok se ve bueno?"

Joder, sí.

"Sí, se ve muuuy bueno." respondió Taehyung soltando una pequeña risa, recordando lo bien que se veía el cuerpo de Hoseok en aquellas ropas ajustadas la otra vez que fueron de fiesta juntos.

Quería pasar una noche con él.

Jungkook mordió su belfo inferior, reteniendo el aire en sus pulmones y apretando la taza entre sus manos, sintiendo la cerámica caliente contra sus palmas. Debatió un poco consigo mismo, cuestinonándose si estaría bien seguir preguntando aquello que quería o guardárselo para él.