Doy un trago largo al café, dejando que baje caliente por mi garganta. Dejo mi taza en la mesa y pongo otra frente a mi moreno de ojos grandes. Él, masticando las tostadas con mermelada, me dedica una de sus fantásticas sonrisas. Paso por su lado, acariciando su pelo suave, y termino en su regazo, con mis manos en su cuello. Me da un beso con sabor a melocotón dulce y acaricia mi brazo desnudo.
-Creo que empieza a hacer calor -Acaricia mi muslo bajo los shorts y roza su nariz con mi cuello, provocando en mi una risita tonta.
-Mmm...Minho -Murmuro, sintiendo sus labios bajar hasta mi clavícula. Mi conciencia me golpea y me mira de forma inquisidora: «díselo»-, ¿quieres acompañarme a la boda de mi hermano?
Para todo movimiento, incluso lo noto tensarse y me siento, de pronto, incómodo en su regazo. Me levanto y le doy la espalda unos segundos. Luego, doy media vuelta y lo miro esperando una respuesta. Se rasca la nuca, saltea sus ojos por la casa y finalmente me mira, una mirada nerviosa.
-Eh...verás -Bufa y se pone en pie-, creo que vamos muy rápido. Ya sabes, presentarme a tu familia...¿no es muy pronto?
-No quieres conocer a mi familia -Afirmo.
Busca su camisa y sus pantalones y se los pone mientras me da la espalda, hablando nerviosamente. Mierda- No ahora. Nos lo pasamos bien así, ¿cierto? No lo compliquemos.
-¿Vas a dejar que vaya solo a la boda de mi hermano?
-Busca otra pareja -Coge su bolsa y nos acercamos a la puerta. La abro y me estiro, esperando el beso de despedida. Lo veo titubear y me besa la frente- Ya te llamaré.
Y entonces se va y me deja mirando la nada y sabiendo lo que acaba de pasar. La puerta de enfrente se abre, un cuerpo desnudo sale y mi vecino rubio me sonríe mostrando sus encías.
-No te llamará.-Lo sé... ¿Tienes alergia a la ropa?
-No exactamente -Me guiña un ojo y vuelve a entrar en su casa.
Muevo la cabeza de lado a lado tratando de sacarme esa imagen de la cabeza. Entro en casa y cierro la puerta de una patada. «De vuelta al club de los solteros ¡Yupiii!»
Después de mirar mi reloj diez veces, vestirme de traje y chaqueta, aunque muero de calor, y bajar siete pisos corriendo, llego al primero de los tres autobuses que cojo para ir a mi fabuloso trabajo de redactor en una revista de moda. El autobús está lleno de gente, los brazos en alto no favorecen el ambiente caluroso y mucho menos las axilas malolientes y sudorosas que tengo cerca de mi rostro. Las arcadas se hacen presentes y me tapo la boca durante todo el viaje.
En los otros dos autobuses no va mejor, incluso, podría decir que el primero ha sido el bueno de los tres. Salto para bajar y miro el edificio con una gran e intensa respiración. Esto si que es aire y no lo que había allí dentro. «Puaj» Entro, saludo a Sunny y subo al ascensor. Cuando las puertas metálicas se abren, lo primero que veo es a Heechul sentado en su escritorio y con una mirada de pura preocupación hacia mi. «¿Qué pasa?»
-Donghae, a mi despacho, ahora.
Trago saliva. El jefe vuelve a cerrar la puerta y yo frunzo el ceño mirando a mi amigo. Él articula un "lo siento" con sus labios y vuelve a su trabajo. Cojo aire, me intento sentir confiado y camino a fingido paso seguro hasta el despacho. Entro y me siento en la silla frente a él.
-Lo siento -Me da unos papeles y se frota el puente de su nariz-, eres un buen redactor. Pero no tenemos el dinero suficiente y estamos haciendo recortes de personal.
Me ha despedido.
Así que ahora estoy sin novio y sin trabajo.
Llego a mi mesa con una caja de cartón, la dejo en el suelo y suspiro larga y sonoramente. Recojo todas mis cosas y las meto forma desordenada y cansada en la caja. La cojo con fuerza. Me levanto y casi pierdo el equilibrio, pero unas manos me ayudan a ponerme recto.
ESTÁS LEYENDO
What's your number? [EunHae]
FanfictionDonghae es inteligente, atractivo, divertido y romántico pero se halla en un momento vital en el que no tiene el marido, el trabajo o el tipo de vida que se había imaginado. Tras leer un artículo en una revista que advierte que las personas que han...