El comienzo de mi final [EN EDICIÓN]

03. Pelinegra.

Liam Rossi:

 - Aún no sé si ire Nathan, debo estudiar y ponerme al día con las tareas y exámenes- Nathan no paraba de insistir para que asistiera a la fiesta en su casa de esta noche.

Nathan parecía ser como yo, y era simpático, me caía bien aunque apenas lo estaba conociendo. Además, fue muy amable conmigo, me mostró todo el instituto menos la biblioteca, dice que el solo va allí por una razón y no es leer.

Su única advertencia al llegar fue que no me acercará a una chica en especial, si no recuerdo mal su nombre era Ava o Ivi, algo así. Me advirtió que estaría muerto si lo hiciera.

Lo entiendo, todos los fuckboy tienen su chica especial, aunque yo no tenga una, se me hace algo muy cliché.

Ni siquiera se quien es ella, no creo haberla cruzado ni en los pasillos, tengo la intriga de si esta tan buena para que Nathan me prohibiera acercarme a ella.

- Animate, Liam, será divertido, ira Emma y estoy seguro que la pasarán bien, se nota de lejos que quiere contigo

- Lo pensaré Nathan-  dije y me aleje por el pasillo.

En ocasiones se volvia tedioso con el tema de Emma, no negaré que es muy atractiva y que la pasaríamos genial una noche pero solo eso, UNA NOCHE.

No busco amor, ni a la fuckgirl que convierta al fuckboy en un algodón de azúcar, eso no es para mi, y si lo fuera no creo que Emma sea mi tipo. Es realmente guapa y muy simpática pero si pasara algo con ella, seria solo una noche.

No creo tampoco que ella busque algo más que eso, tiene su celular explotado de mensajes de niños y no la noto con ese cliche pero, si me prueba sé que la volveré loca.

Me ha pasado mas de una vez que las niñas se obsesionan conmigo o mejor dicho con mi amiguito de abajo. No las culpo, se como complacer a una chica y hacer que pasen la mejor noche y orgasmo de su vida.

Sigo caminando solo hacía la cafetería, es raro estar solo, en estos dias que llegué si no estoy con Nathan, Emma se me pega como un chicle. Y me agrada esta paz, no me disgusta Emma pero habla mucho y busca todo el tiempo agradarme y eso, en ocasiones, se vuelve tedioso.

Entro a la cafetería y busco mi almuerzo, debo reconocer que dan muy buena comida aquí, mejor que en mi antiguo instituto, de hecho, todo es mejor que mi antiguo instituto.

Elijo una mesa que este libre y me dispongo a deborar mi sándwich.

En frente se encuentra la pelinegra que desde la primera vez que la vi me voló la cabeza, tiene un cuerpo deslumbrante, tanto que esa primera vez hasta mi amigo de allí abajo se asombró y quiso asomarse.

De un momento a otro me pierdo en mis pensamientos, chocar en las curvas de la pelinegra, tomarla del pelo, besarla por todas partes y hacerle gemir mi nombre hasta que nos corramos los dos al mismo tiempo.

Mierda, me puse caliente y ahora tendré que disimular esta erección por toda la cafetería.

No me he atrevido a preguntarle por ella a Nathan, solo porque sé que si es su chica no aguantaré las ganas y la cagare con él. Si no le pregunto, después le podré decir que no sabía de quien se trataba, sencillo.

El hecho de que sabía que quería conmigo era que en varias ocasiones note que me observa y no justamente la cara, desvía su mirada hacia mis brazos, manos y mi bulto.

De hecho, una vez note que lo observaba y se lamía los labios de una manera que logro ponerme erecto, tendría que hacer que me de una buena mamada por eso.

También he notado que tiene demasiados detras de ella y ella no los evita para nada, siempre esta cerca de Mathis pero nunca los he visto besarse ni nada parecido, supongo que Mathis tambien ira detras de ella.