Y de repente ¡Me convertí en triton!

Cap.2: ¡Harry es una sardina!

Cuando Hermione terminó su guardia, era medianoche. Y antes de acostarse hizo lo que solía ser normal en ella, dar las buenas noches a su mejor amigo.

Tras saludar a Madame Pomfrey, que ya estaba en atuendo de dormir, se metió en la habitación de la piscina y se sentó en el bordillo.

Potter apareció poco después. Él se acercó hasta ella y se sentó a su lado.

- ¿Qué tal te ha ido?.- Preguntó con amabilidad.

- Bien, como siempre, ya sabes...sin ninguna novedad especial.

- ¿Algún castigado esta noche?

- No. Hoy todo ha estado de lo más tranquilo.

- ¿Y tú cómo estás?

- Igual de tranquila que la noche, gracias.

- ¿De verdad se te ha pasado el disgusto que te dio Ron?

- Más que disgusto fue una profunda decepción, pero sí, lo he superado.

No creo que me deje un trauma de por vida, y no sabes lo mucho que me alivia el no haberme dejado convencer por él para perder la virginidad.

Si en vez de pensar con la cabeza lo hubiera hecho con un impulso, es probable que ahora estuviera arrepintiéndome de haberle entregado eso que mucha gente llama "el valor más preciado de cualquier mujer". Aunque yo no estoy de acuerdo.

Creo que lo más valioso y auténtico que tenemos las mujeres es nuestro corazón y cuando lo entregamos es porque de verdad confiamos en la persona que lo recibe.

Yo nunca me fié de Ron de esa manera aunque confieso que sí me sentía muy atraída por él. ¿Pero sabes una cosa?. Si tuviera que elegir entre él y tú...me habría quedado contigo. Después de todo, tú eres muchísimo más guapo que él y además de eso, eres una persona estupenda.

- Gracias.- Contestó algo sonrojado.

- Supongo que las cosas nunca salen como uno quiere...¿Verdad?.- Cuestionó ella mirando el agua de la piscina.

- ¿Por qué me lo preguntas?

- Por nada.- Añadió ella con algo de tristeza.

- ¿De verdad estás bien, Hermione?

- Sí...

- Pues yo te noto triste.

- Bueno...es que he roto con mi novio de seis meses, y por muchos defectos que tuviera, yo estaba a gusto con él.

Lo único que me ha matado ha sido el desengaño tan grande que me he llevado esta tarde.

Cómo pudo ser tan cretino de decirme que yo no le quería, Harry, cómo...

- No le busques el cómo o por qué, Hermione, no se lo vas a encontrar con la lógica. Ron nunca ha sido lógico ni mucho menos profundo. Sino alguien tan impulsivo como puedo serlo yo a veces.

- Perdona, pero tú sí usas el cerebro algo más que él así que no te pongas a su altura porque no voy a consentírtelo.

- Sólo digo que los chicos solemos ser impulsivos y también egoístas como tú le dijiste esta tarde.

- ¿Nos oíste?.- Preguntó ella mirándole con asombro.- ¿Por eso fuiste detrás de él?

- Sí. Yo estaba cerca, no es que planeara espiaros, simplemente coincidió que el lugar que había elegido para pasar el rato fue el mismo que el que vosotros escogisteis para compartir intimidad.

Al principio...me molestó un poco veros así. No sé...era algo íntimo entre los dos y se supone que yo no debía presenciarlo pero el hecho fue que lo hice y cuando vi y oí cómo te echaba en cara lo del sexo y otras muchas cosas horribles que te dijo, te juro Hermione que tuve que reprimirme lo bastante como para no partirle la cara enseguida.