Cuando Kevin despertó, eran las seis de la mañana.
Lo primero que vio él fue el cuello y hombro derecho de Annie.
El rubio miró hacia arriba y se dio cuenta que tenía la cara en el pecho de la mujer de sus sueños. Y que una de las manos de Annie estaba sobre el cabello de él y la otra de ella, agarraba su cintura masculina.
Kevin sonrió ampliamente, se sentía feliz y sobre todo contento. No sólo porque Annie hubiese cumplido su promesa de no dejarle solo, sino también por la forma tan tierna, cariñosa y bonita con la que se había dormido a su lado.
Él se sintió igual que un niño pequeño protegido en el cuerpo de su madre, aunque nunca consideró a Annie de esa manera. Pero Kevin le había dicho la verdad a ella cuando le dijo que con ella y su compañía, él se sentía tranquilo y confiado.
- Annie...- Dijo el rubio por lo bajo mientras la miraba dormir.- Gracias...- Le dio un beso en la mejilla.- Por estar siempre ahí para mí, y también por ser así como eres.- Entonces le acarició el rostro dormido.- Yo te amo.- Pronunció con dulzura acercándose a sus labios rosados.- Y me encantaría...- Añadió mirándolos.- Que tú me correspondieses.
Kevin se dio un beso en un dedo y lo llevó a los labios de Annie, posándolo durante un segundo, ahí.
- Porque así podría besarte tanto, como sólo llevo deseando durante los ocho años que han pasado para mí, desde que te conocí y me enamoré perdidamente de ti.- Él dejó su rostro apoyado en la almohada y juntó su mejilla derecha con la más próxima de Annie. Quien seguía dormida y completamente ajena a todo lo que le decía y hacía Kevin.
El cuál, acababa de acurrucarse junto a la rubia, rodeando la cintura de ella con las dos manos. Entonces cerró los ojos y un poco después de hacerlo, ella despertó.
Annie pronunció un claro bostezo que alertó a Kevin, él abrió los ojos verdes que tanto le gustaban a ella, y la saludó con un "Buenos días" seguido de un beso en la mejilla.
- Hola.- Dijo ella con una sonrisa, tocándole la mejilla con un dedo.- ¿Cómo te encuentras?
- Relajado.- Confesó él dejando salir otro bostezo que hizo reír un poco a Annie.- Y sobre todo a gusto.- Él la miró a los ojos.- Porque estoy contigo.- Le dio otro beso en la mejilla.
Annie sonrió cuando él se retiró y se quedó contemplándola sonriente mientras se apoyaba en un codo para sujetarse la cara con una mano.
- ¿Qué?.- Preguntó Kevin viéndola sonreír.
La rubia no contestó con palabras, pero sí con acciones. Ella colocó sus manos tras la espalda de Kevin y lo atrajo a su pecho. Dejando la cara de él bajo el cuello de ella.
El chico soltó un suspiro de complacencia, y usando las manos para agarrar la cintura de Annie, pronunció con cariño...
- Te quiero, Annie Potter.
- Yo también a ti.- Añadió ella dándole un beso en la parte superior del cabello rubio de Kevin.- Y te prometo que siempre estaré contigo. Nunca te dejaré, nunca...ni siquiera porque haya normas escolares que me impidan acompañarte.
- Gracias...
- ¿Qué hora es?
- Las seis y media.
- ¿Tan pronto?
- Sí...
- Pues hay mucha claridad para ser tan temprano...
- Yo preferiría que no hubiese amanecido aún, para tenerte más tiempo en mis brazos.
- "Dios, que me lo como."
ESTÁS LEYENDO
Y de repente ¡Me convertí en triton!
FantasyPor culpa de la mordedura de una sirena del lago, Harry sufrirá un gran cambio en su vida. Mientras espera que fabriquen el antídoto que le devuelva a la normalidad, tendrá que vivir con su nueva condición. Por: RAkAoMi en FanFiction Capítulos: 12...