Cuando la pequeña despertó, Harry y Hermione ya estaban vestidos y fuera de la cama.
Ella se fue a su dormitorio para poder asearse y vestirse, entonces se fue con sus padres a Hogsmeade.
Allí, Annie vio a Kevin en la distancia, acompañado por sus amigos y junto a la puerta de una tienda de golosinas.
La niña les volvió a decir a Harry y Hermione que él la había encontrado herida y llevado hasta la enfermería, y que eso merecía que los tres les diesen las gracias.
- Por supuesto.- Dijo el moreno con una sonrisa.- Ve hasta él y dile que le invitamos a lo que quiera, en la posada de Madame Rosmerta.
Annie asintió con la cabeza, y conforme se acercaba al muchacho abriéndose paso entre la multitud, escuchó claramente cómo la voz de Kevin decía furioso...
- ¡Te he dicho miles de veces, que no quiero salir contigo, Joan!
- ¡Pero por qué!.- Exclamó la pelirroja mirándole contrariada.- ¡No lo entiendo!. ¡Hay un montón de chicos deseosos por estar conmigo!. ¿Por qué tú no?
- ¡Pues porque no me gustas!.- Respondió Kevin agobiado.- ¡A mí sólo me gusta Annie!.- Reconoció completamente harto de aguantar a Joan.- ¡Y si no estoy con ella prefiero quedarme solo!
Entonces se dio la vuelta y desapareció tanto de la vista de Joan, como de la pequeña Annie Wilks, quien se quedó alucinada de lo que acababa de oír.
- Maldita chiquilla enana y repelente...- Dijo Joan contemplando a la niña con clara aversión. Pues Annie había quedado delante de ella sin que se diera cuenta, ya que aún observaba a Kevin, alejarse y perderse por las calles del pueblo mágico.
- ¡Por tu culpa él ni me mira!.- Dijo la pelirroja de Ravenclaw, perteneciente al tercer año de Hogwarts.- ¡De verdad que no sé qué ve en ti!.- Pronunció con rabia.- ¡Si sólo eres una cría que además ni está desarrollada!
- ¿Y a mí qué me cuentas?.- Respondió Annie mirándola a los ojos.- Yo no tengo la culpa de gustarle a Kevin, ni tampoco de que él te guste a ti. Y mucho menos la tengo de que te haya rechazado.
Además, tal y como tú misma le gritaste, en el castillo hay muchos chicos deseando estar contigo. Pues fíjate en otro que te corresponda, y listo.
- ¡Pero cómo puedes tener tan poca sensibilidad!.- Exclamó Joan apuntándola con la varita.- ¡Yo no puedo olvidarme de Kevin así como así, estoy enamorada!
- Ése no es mi problema.- Añadió Annie sacando la varita también.- Pero si se te ocurre atacarme, tú serás el problema, y yo no tendré ninguno en afrontarlo.
- ¡Já!.- Dijo Joan riéndose con desprecio.- Como si pudieras algo contra mí. Estoy en tercero Annie, y sé mucha más magia que tú.
- Y qué.- Dijo la niña con seguridad.- Igualmente puedo darte para el pelo.
- Pues no lo harás sola.- Pronunció Harry colocándose al lado de ella.
- Claro que no.- Apoyó Hermione situándose junto al moreno y sirviendo así de escudo, a Annie, protegiéndola de aquella adolescente que miraba con claras intenciones dañinas, a donde estaba la pequeña.
- ¿Y bien?.- Dijo la niña con valentía mirando sin ningún miedo a Joan.- ¿Vas a atacarme o prefieres que sea yo la primera en darte una buena lección?
- ¡Tallantalegra!
- ¡Protego!.- Pronunció Hermione formando un escudo circular que protegió a Annie del hechizo.
- ¡Expelliarmus!.- Dijo Harry haciendo que Joan perdiese la varita y se viera impulsada hacia atrás.
- ¡Carpe Retractum!.- Añadió la castaña produciendo que una especie de látigo se agarrase a la cintura de Joan y la atrajera hasta Hermione.
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Y de repente ¡Me convertí en triton!
FantasyPor culpa de la mordedura de una sirena del lago, Harry sufrirá un gran cambio en su vida. Mientras espera que fabriquen el antídoto que le devuelva a la normalidad, tendrá que vivir con su nueva condición. Por: RAkAoMi en FanFiction Capítulos: 12...