Capítulo Tres.

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—¿Vas a estar bien? —preguntó Hoseok, con una sonrisa triste acarició la cabellera de Jin una y otra vez sin ganas de soltarlo. —Tú sabes que si algo no te gusta, si no te sientes cómodo, si no te tratan bien; mis brazos van a estar abiertos para recibirte. No dudes en ir a casa y decirme. —le dijo con un tono tristón. 

—Sí papá. —Seokjin asintió rodando los ojos, Hoseok solía ser muy dramático todo el tiempo y sobreprotector. —Adiós padre, voy a extrañarlos, llamaré seguido. —le dijo a Taehyung y éste no lo miró, pero Seokjin escuchó un sollozo pequeño y supo que su padre se estaba haciendo el fuerte con él. 

Lamentaba mucho tener que irse en esas condiciones, la boda no había sido más que una visita al registro civil. No hubo una gran fiesta, ni comida, ni pastel y lo entendía, tenía muchas cosas más de que preocuparse que una fiesta. Subió al taxi donde Jungkook ya lo esperaba y lo miró con reproche porque, su ahora esposo, ni siquiera se despidió de sus padres. 

(🏡) 

Jungkook dejó la maleta en la cama y se lanzó en esta, un rato, antes de regresar por las otras dos maletas que se habían quedado en la sala. Seokjin miró la casa de los Jeon con modestia, no es como si fuera una mansión, pero era grande y bonita, nada a lo que estaba acostumbrado. El pelinegro apareció en la puerta con dos maletas más y también las puso en la cama, con una sonrisa tímida ambos comenzaron a acomodar las cosas, ubicándolas en el armario del mayor y otras en unas cajas de cartón mientras conseguían otro mueble. 

Jungkook suspiró. 

—Estamos casados. 

—Sí, lo estamos. 

—No puedo creerlo. 

—Yo tampoco. —admitió Jin rascándose la cabeza, temeroso por el camino que tendrían que recorrer de ahora en adelante. 

—Y vamos a tener un hijo. 

—Ajá. 

—Tampoco puedo creerlo. 

—Estaremos bien, nosotros podemos. —tomó su mano y entrelazó sus dedos. —Porque te amo. 

Seokjin estaba consciente de que no iba a ser fácil, acostumbrarse a su nueva vida; sin embargo, siempre fue un joven positivo y trabajador. Podría salir adelante, si se lo proponía. 

Después de un mes viviendo con los Jeon, Seokjin sabía que no era del agrado del señor Jimin, porque él siempre pensó que su hijo se casaría con el hijo de su mejor amiga, "el pequeño y bonito joven Jung" arremedo al mayor rodando los ojos. Jin no sabía de él, hasta el momento en que llegó a la casa de sus suegros.

Jimin siempre lo mencionaba, diciéndole una y otra vez lo perfecto que era. 

Era tan cruel con él, bueno tal vez no tanto, podría simplemente correrlo y no lo hacía, pero el desprecio siempre estaba en el aire. 

Como cuando el mayor ponía los platillos en la mesa, pero nunca le servía a él. 

"Perdón, se me olvidó" le decía con una sonrisa, de esas sonrisas que decía que nunca rompía un plato.

O cuando lavaba la ropa de todos, pero olvidaba meter la suya a la lavadora. 

O cuando cocinaba platillos con mayonesa a pesar de que le había dicho que no le gustaba y tampoco le dejaba meter sus manos en la cocina para prepararse algo. 

"Nadie entra a mi cocina, entendiste"
O "Haz esto, haz aquello, tráeme esto, limpia esto, recoge esto, ve a comprar esto, lava esto". 

Y no se sentía con el derecho de decir "no", esa no era su casa y no iba a imponer reglas. 

Además, no era para tanto o eso quería creer. 

Lo peor era que estaba algo frustrado por la falta de sexo, cuando su panza creciera más seguramente sería imposible y Jungkook a pesar de que seguía siendo cariñoso ya no lo besaba con pasión, ni tocaba sus nalgas, ni se mordía los labios cuando lo veía. Estaba tieso la mayor parte del tempo y no en el sentido pervertido. 

El fuego y la pasión en Jungkook se habían apagado. 

Se miró en el espejo y suspiró, estaba gordito del vientre, tenía ojeras y machas, su cabello estaba más seco de lo normal y su piel también, se quedó viendo su reflejó hasta que las lágrimas se acumularon en sus ojos.

—¡Estoy tan feo! —dramatizó frente al espejo.   

 


    Maratón 1/3

-jeonseokjinniee. 🪴

El casado casa quiere || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora